La semana anterior, ciertamente, fue negativa para los precios en Chicago.
Los más importantes fondos de inversión mantuvieron, a lo largo de ella, una posición claramente vendedora para la soja. Y también para el maíz.
Y ello sucedió pese a la presión que debían ejercer las perspectivas desalentadoras en términos de producción en América del Sur. En la región, la ausencia de precipitaciones y la elevada temperatura no permitían cambiar el cuadro.
Pero, el mercado tarde o temprano termina ajustando valores a partir de las expectativas productivas.
Este lunes fue muy bueno para las cotizaciones.
Es verdad que la Nochebuena llegó con lluvias, al menos para nuestro país. Pero también es cierto que no fueron abundantes. Y de diversas dimensiones.
El tiempo seco sigue primando en el sur de Brasil y también en Paraguay.
Seguramente, a consecuencia de las insuficientes precipitaciones, el mercado tomó nota de las expectativas de la región.
La Agencia StoneX rebajó desde 145,10 a 134 millones de toneladas de soja, la estimación sobre lo que Brasil cosecharía.
Esta estimación -134 millones- es más reducida que la del USDA que habla de 144 millones.
Así las cosas, el lunes comenzó con un despertar alentador para los valores. Y los precios subieron.
Para estimular más las subas, los precios del petróleo siguen su tendencia alcista, iniciada el 20 de diciembre pasado. Obviamente, con altibajos.
El gráfico que sigue (Investing.com) muestra los precios del Brent.
En tanto que la semana pasada fue de fuerte bajas, el año se inicia con buenos augurios para el precio del aceite.
Desde el último día del año pasado, también, viene en suba el precio del aceite de soja.
Veamos:
Ahora depende más que nada del clima en la región.
Según el Servicio Meterológico Nacional, enero será más bien seco, en nuestro país.
Según los pronósticos, hay cierta posibilidad de precipitaciones sobre Paraná, Santa Catarina y sobre Rio Grande do Sul, a partir del jueves que viene.
Veremos cómo sigue.
En definitiva, como dice la canción: “la vida es una tómbola…” Si lo sabrá el agricultor.