Las intervenciones basadas en un arbitrario saldo exportable fijado por el
gobierno, generan una sobreoferta artificial deprimiendo las cotizaciones y
dificultando la comercialización de los productos, además de proyectar una caída
en la productividad nacional.
“Desde nuestra entidad hace meses que venimos denunciando que las
autorregulaciones formales o informales, como así también un registro de
exportaciones sin operatoria, o esta cuotificación para el trigo y el maíz,
dañan al país y nos hacen mal a todos” agregó Pino.
Cuando se distorsiona la puja natural por parte de los compradores para la
exportación y el consumo interno, generan ineficiencias económicas que dan
espacio a transferencias de ingresos entre distintos eslabones de la cadena.
Los productores necesitamos recuperar el camino de la transparencia de los mercados, para restituir la confianza de los actores económicos.