Según el Plan Nacional de Riego del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP), el 68% de la superficie bajo riego actualmente se ubica en regiones áridas o semiáridas, existiendo un gran potencial para el desarrollo del riego complementario en zonas húmedas. El MAGyP también sostiene que existe una baja eficiencia en la utilización del agua, del orden del 34%, lo cual se debe a pérdidas en la conducción, distribución y al incorrecto manejo. El cambio climático, la degradación de los recursos naturales, el crecimiento poblacional y las características de los territorios son desafíos para encontrar el balance entre la necesidad de agua de las comunidades y la conservación de los ecosistemas.
Para apoyar la identificación y diseño de este tipo de soluciones, el Centro Internacional para la Agricultura Tropical (CIAT) con la cooperación técnica de la FAO, han desarrollado la herramienta AGRI (Agua para Riego). Se trata de una herramienta automatizada que integra información disponible del terreno, suelo y clima junto con modelos matemáticos e hidrológicos, los cuales permiten identificar fuentes de agua para riego a pequeña escala. En este sentido, el desarrollo de una plataforma abierta como AGRI sería de gran utilidad tanto para fases de inversión y diseño, como durante las fases de identificación y planificación. Argentina cuenta con un gran potencial para el desarrollo de este tipo de herramientas por la amplia disponibilidad de datos, así como las oportunidades de expansión del acceso al agua mencionadas previamente.