En el desarrollo de la exposición, sostuvo que la situación de bajante, de
acuerdo a su apreciación personal, puede llegar a niveles preocupantes el
próximo otoño, precisando que el río Paraná, a la altura de Rosario, podría
estar cerca de los 0,20 centímetros sobre el cero de la escala.
El Director Ejecutivo de Economías Regionales de la Confederación Argentina de
la Mediana Empresa (CAME), Pablo Vernengo, señaló que las causas de que la
iniciativa no haya funcionado, fueron la falta de comunicación por parte del
Gobierno y las amenazas de los punteros a los trabajadores golondrinas. #PyMEs #EconomíasRegionales
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Asimismo, dijo que desde que empezó a registrarse la bajante “he recibido muchas consultas sobre el efecto que podrían llegar a tener las represas de embalse de Brasil” y aclaró que “el caudal pasa de agua arriba a agua abajo, moviendo las turbinas. Por lo tanto, jamás podría ser culpable de una bajante”.
Borús repasó que el INA fue creado en 1983 tras la gran crecida que en aquel momento motivó el evento Niño que afectó a todo el mundo y nuestra región sufrió duramente. “Desde ese momento, tuvimos que atender muchas crecidas y muy pocas bajantes significativas. La actual nos ha modificado la manera de actuar, porque tiene escasos antecedentes en la historia registrada desde 1884, cuando la Bolsa de Comercio de Rosario puso la escala en el Puerto de esa ciudad”, señaló.
Agregó que el recurso hidrológico “se relaciona fuertemente con la
climatología y eso nos obliga a estar muy cerca del Servicio Meteorológico
Nacional y a través de él con todos los servicios de seguimiento y monitoreo del
clima en el mundo. La Universidad de Columbia presenta permanentemente la
información, donde se observa en el Pacífico Ecuatorial el desarrollo del efecto
Niña que se ha intensificado en los últimos tiempos”.
Indicó al respecto que en las últimas semanas “estamos en un momento bueno, con lluvias sobre gran parte de la Cuenca del Plata, pero todavía lejos de los normal. Lo que sí importa quizá, es ver cómo ha mejorado el patrón de lluvia sobre el río Paraguay, que especialmente hizo que haya mejorado especialmente en su mitad norte, del río Apa para arriba”.
Sin embargo, señaló que “la perspectiva indica que vamos a continuar a distancia de los valores normales. Con el río Paraguay hemos alcanzado 1,57 metros, aproximadamente, en noviembre en Bahía Negra. Eso se debe a la persistencia de lluvias en los dos últimos meses en las nacientes del Paraguay y gran parte de la Cuenca del Pantanal. Pero la perspectiva no es que se mantengan esas lluvias y habrá un acotamiento de la tendencia ascendente”.
“En lo que hace al tramo medio del río Paraguay y el puerto Concepción, el apartamiento con respecto a los valores promedios es más marcado y tampoco se espera que en el futuro se vaya a incrementar significativamente”, añadió.
La incertidumbre que gobierna la región debido a la fuerte variabilidad climática que estamos sufriendo desde hace 15 o 20 años, limita la capacidad de prospección.
En referencia a ello manifestó que “en lo que hace al pronóstico, la trazabilidad permite hablar hasta el 31 de marzo. En gran medida se aplica parte de la interpretación de lo que es la tendencia climática que, a medida que uno va mirando más adelante, amplía el margen de error”.
Seguidamente, refirió que “ahora estamos en la manifestación más clara de la Niña. Hay modelos que dicen que se va a intensificar y otros que indican que se irá moderando hasta llegar a valores neutrales. La Niña se oficializó en agosto de 2020. Sin embargo, llevábamos 5 meses de bajante pronunciada en el río Paraná, en el Alto Paraná y más de un año de sequía en toda su Cuenca”.
“Para la Argentina tenemos una visión pesimista, donde para el litoral y toda la región pampeana la previsión de lluvias es muy clara para diciembre, enero y febrero, así como las perspectivas de temperaturas por arriba de lo normal. En el río Paraná, hasta el 31 de marzo, no esperamos que se profundice la bajante, pero de cualquier manera esto se actualiza semana a semana”, agregó Borús.
En ese sentido expresó que la tecnología permite hacer un monitoreo del pelo de agua, pero también del fondo móvil. “La expectativa es acotadamente desfavorable. Seguimos estando en una condición de sequía que no se va a ir, con humedad de suelo complicada. Para el corto plazo estimamos un leve ascenso del tramo superior y la estabilización del inferior del río Paraguay, una fuerte regulación dominando tanto en el río Paraná en Brasil como en el Iguazú, un río Uruguay sostenido cerca de las bajas y en Rosario una tendencia predominante de leve descenso”, precisó.
“Para el mediano plazo esperamos que el Paraguay vaya mejorando, pero por debajo de los promedios, muy dependiente de las lluvias que se puedan dar sobre la cuenca media. Por otro lado, el Paraná y el Iguazú en Brasil muy dependientes de las lluvias de la zona de cuestas rápidas. El Uruguay hacia aguas bajas y Rosario manteniéndose oscilante muy próximo a 0,50 cm., sobre el cero de escala. Obviamente no alcanza a cubrir con la referencia de los 2,47 de los ocho pies sobre el cero que es la referencia, vamos a continuar lejos sin ninguna duda”, indicó el subgerente del INA.
Al considerar el largo plazo interpretó que “hay una larga probabilidad de continuar con la seguía y la bajante asociada. Va a estar toda la Cuenca del Plata con el mismo escenario y muy probablemente llegue a ser el tercer otoño consecutivo con profundidades muy reducidas. Es muy probable que entremos al otoño con los niveles preocupantemente bajos desfavorables para el movimiento fluvial comercial. En lo que hace a Rosario, en términos de escala media, debería estar más cerca del 0,20 sobre el cero de escala”.
Finalmente, consignó que “desde que empezó a manifestarse la bajante, he tenido muchas consultas sobre el efecto que podrían tener las represas de Brasil. Un concepto muy claro es que están construidas para la generación hidroeléctrica y eso significa que el caudal deba pasar de agua arriba a agua abajo, moviendo las turbinas. Por lo tanto, un sistema de embalse jamás podría ser culpable de una bajante”.
Fuente: Ser Industria