Por un lado, el gobierno está desesperado por la falta de dólares tanto para hacer frente a los compromisos de deuda como para entregarle a las empresas los dólares necesarios para comprar insumos para producir.

Por otro lado, cree que llegando a un acuerdo con el FMI puede solucionar sus problemas de falta de dólares.

En primer lugar, ningún acuerdo con el FMI le va a solucionar el problema de la falta de dólares. Es bastante dudoso que el FMI vaya a llegar a un acuerdo light con el gobierno y, encima, le otorgue fondos frescos para hacer frente a los vencimientos de deuda del año que viene.

Pero el punto principal es otro. Es la falta de dólares que tiene el BCRA y que lo llevó a, mediante una circular, violar la Constitución Nacional en su artículo 14 que establece que todo los habitantes gozan de los siguientes derechos, y dice textualmente: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.

Para que ningún distraído argumente que el artículo 14 dice que “conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio” conviene recordarles el artículo 28 que establece los siguiente: “Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio”. En otras palabras, cuando se reglamenten los derechos, no pueden anularse por ley. Sería un contrasentido que la Constitución Nacional reconozca los derechos mencionados y luego acepte que sean violados por una simple circular del BCRA, como en este caso.

La decisión del BCRA de prohibir la venta de pasajes en cuotas viola el derecho a trabajar, a ejercer toda industria lícita, de comerciar y de disponer de su propiedad.

¿Qué importancia tienen los párrafos anteriores con el tema económico? Que, si el gobierno viola la Constitución mediante una simple circular del BCRA, no existen reglas de juego estables. Nada es previsible en economía y, por lo tanto, no hay inversiones.

Ahora bien, hecha esta introducción que es fundamental para entender la relación entre crecimiento y calidad institucional, el otro punto a entender es que es el mismo gobierno el que cierra todas las canillas para que ingresen dólares al país. La escasez de dólares es culpa del gobierno y por eso faltan para que la gente pueda hacer turismo, para que las empresas puedan comprar insumos y demás usos que se hacen de las divisas extranjeras.

El primer problema fundamental es que el Estado se apropia de la propiedad de los que producen generando desestímulos para exportar, cerrando la canilla de ingresos de dólares vía exportaciones.

En efecto, cuando alguien produce trigo, soja, carne o lo que sea y lo exporta, esos productos que está exportando son de su propiedad. Exporta el fruto de su trabajo. Supongamos que el mismo productor es el que exporta, entrega un producto de su propiedad, soja, por dólares. Los dólares deberían pasar a ser propiedad del exportador. Sin embargo, este gobierno que se llena la boca hablando del peso como si fuera un símbolo patrio, le dice al que con su trabajo genera riqueza: esos dólares que te entregaron a cambio del trigo que produjiste son míos. Se los queda el BCRA y le entrega unos papeles pintados llamados pesos que nadie quiere porque son de mala calidad.

Pero no solo que va a quitarle la moneda buena para entregarle la moneda mala, sino que, además, le entrega menor cantidad de moneda mala de la que cotizaría en el mercado esa moneda de mala calidad, el peso versus los dólares.

Gráfico 1


Y no conforme con estas dos confiscaciones, encima le cobra un impuesto diferencial al que produce para exportar cobrándole los famosos derechos de exportación.

Es decir, el gobierno hace lo imposible para que no entren dólares por exportaciones, que deberían ser propiedad de los productores de los bienes exportados. Y si nos los trajeran a la Argentina, sería por desconfianza de un estado confiscador de la riqueza de los que producen en nombre de una falsa solidaridad y estímulo al crecimiento económico

El gráfico 1 muestra las exportaciones argentinas en volumen (es un número índice de volumen exportado). Lo que muestra el gráfico es un claro estancamiento de las exportaciones desde 2003 hasta 2020. Llevamos 17 años de estancamiento del volumen exportado y cuando subieron las exportaciones no subieron por más productividad sino por el viento de cola externo por suba de los precios de las commodities.

No solo el gobierno tiene el consumo en caída libre, sino que, encima, hace lo imposible para frenar las exportaciones.

¿Qué otra puerta de ingreso de divisas cerró el gobierno? Los ingresos de divisas por inversiones. La carga tributaria, el maltrato que le dispensan los políticos a los que invierten en Argentina, la legislación laboral, la falta de infraestructura y la falta de insumos para producir por falta de divisas hace que la inversión fluya hacia otros países.

En 2015, último año de la anterior etapa k, la Inversión Extranjera Directa (IED) que recibió Argentina fuer solo el 6,8% del total de IED que recibió LATAM y el Caribe en ese año. Y en el período 2003/2019 Argentina recibió solo el 6% promedio de la IED de LATAM y el CARIBE. En otras palabras, Argentina es una gran máquina de espantar inversiones.

Finalmente, la tercera opción de ingreso de divisas sería por el lado del endeudamiento, algo que ha hecho en forma sistemática Argentina y también en forma sistemática ha defaulteado su deuda. No paga y culpa al prestamista de usurero que quiere explotar al pueblo argentino.

De manera que, la falta de divisas en Argentina es una combinación de falta de seguridad jurídica (los mismos argentinos fugan sus ahorros al exterior para no ser confiscados por el gobierno) y gobiernos populistas que, para financiar el populismo, cierran las puertas al ingreso de divisas.

En síntesis, en Argentina faltan dólares porque sobra populismo y pesos emitidos para financiar el déficit fiscal. Y todo eso no se corrige impidiendo, en forma inconstitucional, financiar en cuotas turismo al exterior.

Argentina está famélica de calidad institucional y esa situación se manifiesta en la profunda crisis económica que está viviendo.

Fuente: Economía para Todos