La ganadería de carne está cumpliendo el sueño del pibe. La faena de bovinos se mantiene alta y cerraría el año con alrededor de 2,55 millones, superando el volumen industrializado en 2006, pero si se le suman las 200.000 cabezas que se exportarán en pie, es posible que se llegue a una extracción total de 24%.
Sumando todo, habrá una extracción de bovinos total muy cercana a los 3 millones de cabezas, pero ingresarán al stock entre 2,8 y 2,9 millones. “Es esperable que el stock de bovinos baje para el año que viene si sigue este nivel de faena, pero eso es saludable”, afirmó el Ing. Agr. Esteban Montes, analista del Instituto Plan Agropecuario (IPA).
Profundizando en su análisis, Montes dijo que el Uruguay está “con una dotación (carga ganadera) a nivel de establecimiento de 0,9 Unidades Ganaderas. Es una carga alta”, afirmó. Según la visión del analista, la elevada faena de bovinos es beneficiosa y “no le hace ningún efecto a la máquina de cría”, porque “no se está tocando”. Más allá de que el stock de vacas de cría se mantenga en volumen, la ventaja es que “está rejuvenecido”, porque “hay más vaca jóvenes y más vaquillonas de menor edad. Las de 1 a 2 años aumentaron más que las de 2 a 3 años”, recordó Montes.
En paralelo se suma que el volumen de terneros producido es superior, viene creciendo más allá de los problemas que generó el clima durante el entore anterior.
Por el lado de los machos, la apuesta es a producir novillos más jóvenes y dejar que esta categoría siga ganando terreno en la faena.
Con un stock de bovinos que crece apenas un 1% (llegando a 11,8 millones de cabezas), se mantiene el nivel de vacas de cría y vaquillonas de más de 2 años y crecen los novillos totales ubicándose en más de 2,2 millones. Esto significa un crecimiento de los novillos de 6% respecto a 2020 y 15% respecto a 2019, cuando se registraron menos de 1 millón de novillos mayores a los 2 años, recordó el Instituto Nacional de Carnes (INAC), en el marco de un informe técnico, que analizó los primeros nueve meses del año en curso.
Hasta el pasado mes de septiembre, la faena de bovinos había crecido 37% respecto al mismo período del año anterior, equivalente a 519.000 cabezas más.
Estabilidad. “No le veo problemas a esta alta faena y en algún momento la actividad puede llegar a responder un poco para mantener niveles de 3 millones de extracción total. Estamos muy cerca y creo que era lo que le faltaba al sector, porque los precios están siendo buenos y estables”, remarcó Montes.
Es que cuando se analizan los precios de la cría, “la variabilidad de los valores es un dígito, mientras que antes era de 30%, hoy es un negocio más estable. Lo que le faltaba a eso era que el nivel de extracción aumentara, para no seguir acumulando ganado en los campos. Por eso digo que eso es saludable”, aclaró el técnico del Instituto Plan Agropecuario.
Exportación. Por otro lado, en los primeros 10 meses del año, Uruguay exportó US$ 2.300 millones en el sector cárnico, 53% más que en igual período de 2020.
Asimismo, entre octubre de 2020 y de 2021 se vendieron 530.000 toneladas, cifra que supera el récord alcanzado en 2006. El titular del INAC, Conrado Ferber, atribuyó estos logros a que el país mejoró su industria y la cantidad de terneros y aprovechó las circunstancias internacionales.
En entrevista con Comunicación Presidencial, Ferber precisó que Uruguay es el octavo exportador de carne en el mundo y que los factores que hicieron posibles los resultados exitosos fueron externos e internos. Manifestó que 2021 es récord en exportación cárnica, en precios, mercados y unidades faenadas, y que supera al 2006.
Uruguay se posicionó adecuadamente para enfrentar la gran demanda de China, al disponer de mucho ganado, una industria fuerte y un sistema sanitario adecuado.
Ferber dijo en el marco de una entrevista a la página de Presidencia de la República que en el ámbito internacional, hubo algunos hechos que favorecieron la exportación de carne bovina uruguaya.
En ese sentido citó los inconvenientes entre Australia y China, los problemas de sequía y la enfermedad de la “vaca loca” que perjudicó a Brasil y lo dejaron afuera del mercado chino, la auto exclusión de Argentina y el hecho de que la zona oeste de Estados Unidos también se viera afectada por sequías.
Ese combo, frente a una demanda de China por carnes que parecía insaciable, llevó al país a tener un gran año. “Era un buen momento para que esto ocurriera, el país lo precisaba”, enfatizó Ferber.
El presidente del INAC reconoció que “se precisa que el productor siga apostando a producir más. “El Gobierno dejó en claro que la válvula de la exportación en pie estará abierta durante este período, que no estamos pensando en poner impuestos y trabajamos con la tranquilidad de poder proyectar en el tiempo. Tenemos que demostrar que el sector agropecuario será la locomotora que va a sacar la economía adelante”, dijo Ferber.