Durante la semana pasada, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) realizó inspecciones de seguridad operacional sobre empresas de Trabajo Aéreo y aeronaves agrícolas en la provincia de Entre Ríos.
Las actividades de fiscalización y control se llevaron a cabo en las localidades de San Salvador y Villaguay, luego de haberse recibido varias denuncias de actividad agroaérea clandestina.
Según informó la ANAC, se detectaron aeronaves aeroaplicadoras que no contaban con matrículas ni cumplían tampoco las condiciones mínimas de seguridad, dado que estaban ensambladas sin la intervención de personal calificado ni certificado.
La Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (Fearca) apoya la presencia en territorio de la ANAC.
Desde hace años, la Federación viene reclamando a la Autoridad Aeronáutica mayor presencia en territorio y mayor interacción con las autoridades legales para una efectiva fiscalización de la actividad agroaérea. Cada acción en este sentido, cada nota presentada y cada planteo fueron oportunamente informados a la comunidad agroaérea.
El Trabajo Aéreo clandestino constituye la principal causa del reclamo ambientalista dirigido a la Aviación Agrícola en su conjunto, dado que el desapego a las normas de los evasores no se limita a las reglamentaciones aeronáuticas, sino especialmente a las protectoras del medio ambiente.
De esta forma, los aeroaplicadores legales quedan expuestos ante la sociedad por las prácticas desaprensivas de los ilegales, que al encontrarse fuera del sistema eluden todos los mecanismos de fiscalización, por lo que las acusaciones y cuestionamientos terminan siendo soportados siempre por quienes están en regla.
Para que no sigan pagando justos por pecadores, Fearca respalda en un todo las acciones de fiscalización, que contribuyen a mostrar ante la sociedad la diferencia entre unos y otros. Las acciones en territorio de la Autoridad Aeronáutica también merecen ser respaldadas desde la perspectiva comercial, pues desbaratan la competencia desleal que desde hace años padecen los empresarios legales a manos de los clandestinos, lo que ha degenerado en una auténtica depredación del mercado.