En un 2021 desafiante, con alta inflación, maíz caro e incertidumbre electoral reflejada en aumentos disímiles entre invernada y gordo, los analistas Juan Elizalde y Sebastián Riffel, de Elizalde & Riffel, analizaron cómo impactó el cierre de las exportaciones de carnes en los resultados económicos de distintos planteos para consumo y exportación, detallando los de cuota 481 y de UE no Hilton, así como los previstos a marzo de 2022 cuando se realicen los negocios en curso. Estos datos, además de un panorama de los desafíos pospandemia, fueron presentados en la charla “Surfeando la ola”, que la empresa de nutrición y salud animal Cladan organizó en la Sociedad Rural de Gualeguay. Valor Carne resumió los puntos clave para comprender la evolución de los márgenes ganaderos antes y después de la intervención oficial en el mercado.
En 2020, con un escenario de alta emisión monetaria, en julio se dio un aumento del precio del ternero y en octubre se disparó el maíz. “Era insostenible, sobre todo para el feedlot, aunque a partir de febrero de 2021 ajustó el novillo, como siempre ocurre en esa época del año, pero esta vez fue muy marcado, hubo una revalorización de la hacienda en dólares y tras cartón, el 20 de mayo, cerraron las exportaciones”, plantearon los especialistas, presentando un cuadro que muestra que casi todas las variables que definen el resultado ganadero habían subido por encima de la inflación y del dólar oficial.
Los bruscos movimientos de precios relativos previos al cierre exportador ya habían determinado márgenes distintos a los que se habían proyectado a inicios de 2020, cuando se planificó el ciclo. “Los modelos de recría- terminación que incluyen pasto, con la alfalfa 61% arriba y la promoción de raigrás de 58%, resultaron mejor posicionados que aquéllos que se hacen sólo con grano y silo, insumos que treparon más del 100%. De cualquier modo, todo el negocio quedó planteado en términos de resultados muy finitos”, detallaron.
Los modelos para consumo
El cambio de escenario impactó según el tipo de actividad y el grado de intensificación, por lo tanto, sus efectos se analizaron en distintos sistemas de recría-terminación y feedlot pampeanos, asesorados por la consultora. A saber:
Corral de terminación de terneros machos CT (TM) y hembras CT (TH) que se
terminan con 320kg.
Recría en verdeo de invierno y corral de terminación (VI-CT), salen a los 400
kg.
Recría y terminación a corral (CR- CT), salen con 420 kg.
Recría con promoción de raigrás y corral de terminación (Promo- CT) salen con
420 kg.
Recría en pastura permanente de alfalfa y corral de terminación (PP- CT), salen
con 460 kg.
El modelo que hace sólo corral de terminación ya vendió el gordo mientras el resto aún no lo hizo, por lo que sus resultados están proyectados. “Vemos que el feedlot puro no daba plata y recién con recrías pastoriles que permiten sacar animales de más de 400 kg, se estimaban 5.142 a 7.801 $/cab. O sea que son mejores, pero tampoco tan interesantes, rinden menos que un plazo fijo”, apuntaron.
Para la exportación
Luego analizaron modelos parecidos, aunque con recrías y engordes más prologados, que permiten lograr novillos más pesados (480- 500kg), para cuota 481 y Unión Europea (UE) no Hilton.
En estos planteos de exportación, los márgenes proyectados mejoraban respecto a los de consumo. Los de 481 daban hasta 12.633 $/cab mucho más que el mejor modelo de consumo (7.801$/cab), algo que no ocurría en la mayoría de los de UE no Hilton, sólo el que recría sobre pasturas de alfalfa estaba en 7.914 $/cab. “De cualquier modo, aún para los de 481, la renta mensual sobre el capital de trabajo (0,9% a 1,4%), también era menor que la de cualquier plazo fijo (3%), o sea que el negocio ya era complicado”, aseveraron.
Entonces ¿por qué hacen ganadería? “Los márgenes nos permiten hacer un seguimiento, saber dónde estamos parados, pero las empresas saben que lo proyectado no tiene que ver exactamente con lo que ocurre al momento de la venta. El novillo aumentará en marzo, sí o sí, aunque no se sabe cuánto”, anticiparon.
El impacto del cierre
La intervención oficial en las exportaciones metió más ruido en el negocio, afectó todas las variables productivas, sobre todo la vaca regular e inferior, aunque después los embarques de la categoría se reabrieron parcialmente.
“A la cría también le pegó y mucho más cuando es ineficiente, porque la facturación es menor y proporcionalmente se venden más kilos de vacas de descarte”, afirmaron. Para evaluar el efecto de la veda sobre esta actividad, los especialistas tuvieron en cuenta una cría con 0,7 EV/ha y el primer servicio de las vaquillonas a los 27 meses, con distintos porcentajes de destete.
“Con el 90% de destete, el margen cayó 18%. En cambio, una cría con el 80% de destete que generaba 2.850 $/cab pasó a 1.100$/cab, la destrozó, como muestra el gráfico. Y si el destete es del 60-70%, más o menos el promedio nacional, resulta insostenible, hay quebrantos”, anunciaron.
¿Qué ocurrió con la recría-terminación para consumo? “Todos los modelos se vieron afectados, pero en menor medida los que hacen recrías largas sobre pasturas de alfalfas, que son menos sensibles también frente al cambio de reglas”, subrayaron.
En cuanto a los planteos de exportación para cuota 481, con recría larga sobre alfalfa cayeron un 8%, de 12.633 $/cab a 11.571$/cab, mientras los de UE no Hilton se derrumbaron, pasando en su mayoría a ser inviables. “Los campos que no tienen 481 por lo pronto deben enfocarse en el consumo”, alertaron.
¿Qué pasará en marzo de 2022 cuando se realicen los negocios? “No sabemos qué sucederá después de las elecciones con el cepo exportador. Lo que sí sabemos es lo que ocurrió con la hacienda en los países vecinos que aprovecharon la veda argentina. En Uruguay, por ejemplo, el novillo trepó 26% en dólares entre mayo y octubre y en Paraguay, 21%, según datos oficiales. “Entonces, si aquí se abre, sería posible ver subas de ese rango para el novillo de exportación”, opinaron.
¿Cómo evolucionará el consumo? Según la cámara de feedlots, la ocupación es actualmente baja, algo importante ya que es la única actividad que entrega carne rápido. En octubre se ubica en el 60%, cuatro puntos porcentuales debajo de igual mes del año pasado y además los engordes están reponiendo menos de lo que sale, el índice de reposición está en 0,78%. “En resumen, habrá menos hacienda gorda para el mercado interno y agarrate Catalina”, advirtió Riffel.
¿El precio del novillo en 2022? Un gráfico interesante que lleva la consultora desde 2011 es la estacionalidad en base a la cotización del Mercado de Liniers, corregida por inflación. “En octubre el precio fue siempre el menor interanual (-5%) porque hay mucha oferta y en marzo cuando ésta disminuye fue el más alto (+4%). Por eso nadie se imagina un novillo con los valores actuales, a principios del próximo año estará mucho más arriba”, pronosticaron.
Para comprender cuánto podrá aumentar, los consultores presentaron otro gráfico con la variación del precio del novillo de consumo entre octubre y marzo, en pesos corrientes, en los últimos ciclos ganaderos.
“No sabemos cuánto subirá este año, pero en 2020- 2021 aumentó 60% en sólo cinco meses y en promedio a lo largo de la serie un 30%”, subrayaron. Y finalizaron: “Esto quiere decir que todos los márgenes que presentamos hasta ahora van a corregir a la suba, se abran o no las exportaciones, es decir que habrá que seguir ‘surfeando la ola’ hasta que haya reglas de largo plazo. Hoy, tenemos poca oferta, estacionalidad y ni que hablar si hay devaluación, habrá ajustes de febrero en adelante o incluso antes. Entonces todo aquél que esté haciendo novillos está bien encaminado, que sigan comiendo”.
Por Juan Elizalde y Sebastián Riffel
Fuente: Valor Carne