Desde el INTA Concordia realizaron ensayos para el manejo integrado de las plagas más comunes en horticultura, como son los pulgones, la mosca blanca, trips y arañuela roja. Para ello utilizaron diferentes aceites esenciales y extractos vegetales con el objetivo de determinar la efectividad de tres productos botánicos.
“Probamos con extracto de ajo, de algas marinas y aceite esencial de citrus sobre cultivos de frutilla bajo cubierta”, indicó Jorge Castresana, investigador del INTA Concordia. Los ensayos, también incluyen la evaluación de los bioinsumos en su combinación con fertilizantes y métodos de control físico.
Si bien la superficie ocupada con frutilla (Fragaria x ananassa Duch) en Entre Ríos actualmente comprende pocas hectáreas, existe un aumento de la demanda de esta especie por parte de los productores. “En los últimos años ha generado mayor interés ya que es un cultivo que puede hacerse en microtúnel, tanto a campo como en invernaderos”, mencionó Castresana.
La producción bajo cubierta permite, por un lado, un mejor resguardo del cultivo frente problemas fitosanitarios propiciados por las condiciones ambientales que imperan y, por otro lado, obtener una producción temprana para el consumo local con mejores precios en el mercado. Pero esta modalidad también favorece el desarrollo de plagas principales.
Los beneficios de usar extractos vegetales incluyen el cuidado del ambiente, la baja residualidad, permiten hacer aplicaciones puntuales y al no ser tóxicos para la salud humana, el productor puede aplicarlos con un nivel menor de protección.
“El objetivo de este trabajo fue evaluar la efectividad de diferentes formulados botánicos a base de extractos y aceites esenciales sobre diferentes plagas, a los efectos de encontrar una alternativa viable tanto económica como ecológica para su control y su efecto sobre sus enemigos naturales”, comentó el especialista.
“Se ha demostrado que la combinación de varios aceites esenciales aumenta los
modos de acción, por lo que es más efectivo para el manejo de las plagas, así
como sumar otras técnicas de control como las trampas de colores”, agregó
Castresana.
De los resultados preliminares, el extracto de ajo presentó efectos favorables para la repelencia ya que provoca la hiperexitación del sistema nervioso de los insectos, lo cual dificulta el vuelo y la ovoposición.
“Al ser un producto sistémico, se absorbe por medio del follaje o raíz y se moviliza por el sistema vascular por toda la planta”, aclaró. El ajo, gracias a su composición bioquímica posee componentes con radicales de azufre ante el cual las plagas se les hace difícil poder encontrar su fuente de alimento.
El equipo observó que se produce una alteración en la transpiración de los vegetales, “encontramos que se provoca la liberando alicina en las plantas tratadas con este preparado, por lo tanto, el olor propicia la desorientación de plagas que en etapa reproductiva enmascara las feromonas sexuales, provocando confusión y evitando el encuentro entre el macho y la hembra”, explicó el especialista.
Con respecto al aceite esencial de citrus, el cual actúa por contacto, los resultados promisorios indican que causa el deterioro de la cutícula protectora de los insectos provocando su muerte por deshidratación o asfixia, además puede afectar el vuelo por deterioro de las alas. Para Castresana “es un producto interesante teniendo en cuenta que es elaborado con insumos procedentes de la región”.
Para extractos de algas, dentro de las que se utilizaron tipo pardas y rojas obtenidas en el sur del país, por un proceso de extracción y prensado en frío, el especialista resaltó que además se su efecto ya estudiado como bioestimulante, estos preparados podrían tener una función disuasiva de las plagas.