A pesar de que los precios esperados se encuentran por encima del promedio, el aumento de los costos de siembra y cosecha, así como el arrendamiento de la tierra, reducen la rentabilidad que se espera para la campaña 2021/22 en comparación de la campaña previa. En este contexto, las proyecciones de rentabilidad para la provincia de Córdoba son del 11% para la soja, 19% para el trigo con soja de segunda, 22% para el maíz temprano y 10% para su contraparte tardía.
Este informe se elaboró con los últimos datos disponibles, la mayoría con promedio al mes de septiembre, mientras que los rendimientos de los cultivos fueron calculados como un promedio de las últimas tres campañas, a excepción del trigo que cuenta con un promedio de las últimas seis campañas. Las estimaciones aquí presentadas están sujetas a variaciones en los precios y en las condiciones agronómicas y meteorológicas.
Precio de los granos y proyecciones
Los precios de los granos durante septiembre de este año se ubicaron en un promedio de USD 232/tn para el trigo, USD 344/tn para la soja y USD 198/tn para el maíz. Este nivel resulta elevado si se lo compara con campañas anteriores, y similar a los precios récord de 2012. Si bien los precios han retrocedido con relación a los picos alcanzados en el mes de mayo del corriente, una oferta más ajustada a nivel global respecto al año previo y la recuperación de la economía mundial explican este comportamiento y sostienen los valores.
La perspectiva hacia el precio de los cultivos se mantuvo alta durante la mayor parte del año, con un retroceso en los meses de junio y julio debido a las mejores perspectivas de la cosecha de Estados Unidos y las posibles reformas a las mezclas de combustibles en el mismo país, entre otras causas, pero nuevamente tomaron fuerza en agosto y septiembre. Para los próximos meses el mercado espera una evolución bajista para la soja y el maíz, aunque aguarda un futuro prometedor para el trigo. Mirando hacia el mes de cosecha se esperan precios de USD 236/tn para el trigo, USD 317/tn para la soja, USD 191/tn para el maíz temprano y USD 177/tn para su variante tardía. Estos precios se mantienen entre el 10% y el 24% por encima de su promedio en los últimos diez años, especialmente el trigo y el maíz.
Con la cosecha norteamericana entrando en su etapa final, las miradas del mercado comenzarán a enfocarse en la campaña gruesa de Brasil y Argentina. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, en el caso del maíz se espera que ambos países incrementen su área sembrada y alcancen una producción récord de 171 millones de toneladas. A pesar de la mayor oferta, la demanda mundial sería récord y la relación stocks/consumo se ubicaría en niveles similares a los de la campaña 2020/2021, levemente por encima del promedio histórico. Esta situación, si bien no genera una presión alcista, permite sostener los precios en niveles relativamente altos. En el caso de la soja, también se vería un incremento en la superficie a sembrar. De esta manera, Brasil obtendría la mayor producción en su historia con 144 millones de toneladas y Argentina vería una recuperación de casi 5 millones de toneladas en la misma, alcanzando un volumen de 51 millones de toneladas. En total, la oferta conjunta totalizaría un récord de 195 millones de toneladas. Al igual que en el caso del cereal, el consumo global sería el mayor de la historia y, si bien la relación stocks/consumo sería más holgada, presenta una situación más ajustada que en el período 2016-2019 donde los precios de la oleaginosa se encontraban en niveles bajos.
En este sentido, si bien no hay indicios de que los valores alcancen los niveles registrados en el primer semestre del año, las perspectivas de los precios de los granos gruesos para la campaña 2021/2022 indican que se ubicarían por encima del promedio. Sin embargo, hay que tener presente que, de no cumplirse las proyecciones productivas para Sudamérica podrían generarse subas adicionales.
Respecto a los pecios relativos entre los granos, desde fines de 2015 en adelante hubo un reacomodamiento de los precios internos para reflejar los cambios en los derechos de exportación, que favoreció especialmente al maíz. En este sentido, desde enero de 2011 hasta diciembre de 2015, la relación del precio soja/maíz, es decir, cuántas toneladas de maíz podría adquirir al vender una tonelada de soja en el mercado disponible, se ubicó en un promedio de 2,1 toneladas. Por otro lado, desde enero de 2016 hasta septiembre de este año, la relación disminuyó y se situó en un promedio de 1,7 toneladas de maíz por cada tonelada de soja, reflejando el incremento de valor del cereal respecto a la oleaginosa. Para mayo de 2022 se espera que esta relación se ubique en exactamente 1,7, con pocas fluctuaciones en los meses anteriores.
Por otro lado, tanto la relación soja/trigo como maíz/trigo, que reflejan cuántas toneladas de trigo podrían adquirirse con estos dos granos, tiene perspectiva bajista debido tanto al mayor precio que se espera para el trigo como por la menor cotización especulada para la oleaginosa y el maíz. En el gráfico anterior puede observarse que esta relación se ubica por debajo del promedio en ambos casos. Si consideramos el período 2016 en adelante, el mismo se ubica en 1,4 para la relación soja/trigo y en 0,9 para la relación maíz/trigo. Mientras que para mayo de 2022 se esperan valores de 1,2 y 0,7, respectivamente.
Precio de los insumos
Los precios de los insumos experimentaron un cambio importante desde el 2020 hasta la actualidad. Si bien algunos insumos no se vieron tan influenciados por este incremento, como las semillas, la atrazina 90% o el opera, la mayor parte de los fertilizantes, junto al glifosato, presentaron un fuerte aumento.
Como se observa en la tabla siguiente, el precio de la mayor parte de los fosfatos y superfosfatos incrementó más de un 80% desde septiembre de 2020 hasta septiembre del año corriente. Por otro lado, la urea observó una suba del 50% en su valor en dólares.
Dentro de los herbicidas, el glifosato experimento un aumento del 76%, debido principalmente a una escases en los insumos para su elaboración a nivel nacional, mientras que la cotización de la atrazina 50 subió un 36%.
De todas formas, no todos los cultivos se siembran en el mismo período, y el precio de los insumos varía para cada uno. En la tabla siguiente se muestra el cambio en el costo directo (excluído el costo de cosecha), considerando el precio de mayo para el trigo, y el del último mes disponible para los demás cultivos, cuya siembra aún no se ha realizado.
El cultivo que encontró un mayor incremento en el costo de siembra fue la soja de primera, seguida por el trigo, con aumentos del 35% y el 30%, respectivamente. Por otro lado, la soja de segunda, el maíz tardío y el temprano encontraron subas del 23%, 25% y 26% entre ambas campañas, respectivamente.
Como se vio anteriormente, los insumos utilizados para la siembra no fue lo único que incrementó, sino que el precio de los commodities también lo hizo. Resulta interesante entonces conocer el poder de compra de los granos. La relación insumo- producto indica cuántos quintales de un grano se requieren para adquirir una determinada canasta de insumos para la siembra, por lo que si esta relación aumenta se necesitará más de un grano para adquirir la misma cantidad de productos que antes.
La relación insumo producto incrementó para la soja, el maíz y el trigo respecto al valor de la campaña previa. Los incrementos fueron del 7,7%, 7,6% y 2,1% respectivamente. Esto implica que, si bien el precio de los cultivos subió notablemente en un año, el aumento del precio de los insumos superó este crecimiento, provocando un mayor requerimiento de granos para adquirir la misma canasta de productos.
El servicio de cosecha consta de diferentes cotizaciones, dependiendo del cultivo y su rendimiento en la hectárea a cosechar. Para la campaña 2021/22 se espera un costo de USD 97/ha para la soja, USD 133 /ha para el maíz, y USD 64 /ha para el trigo, considerando los rendimientos promedio de 30 qq/ha, 78 qq/ha y 28 qq/ha, respectivamente. La curva de la cotización en el servicio de cosecha puede observarse en los siguientes dos gráficos:
Por otro lado, y como puede observarse en el gráfico siguiente, el costo de cosecha se encuentra relativamente alto respecto a campañas anteriores para la soja y el maíz, con un incremento continuo en los últimos dos años. Por otro lado, si bien el costo de cosecha para el trigo ha incrementado respecto a la campaña previa, aún se encuentra en niveles bajos si se lo compara con campañas anteriores.
El costo del flete nominado en dólares encontró un máximo hacia fines del año 2014, luego presentó una fuerte baja por la liberación del tipo de cambio e incrementó nuevamente luego de un alza de las tasas en pesos. Finalmente, desde inicios de 2018 el costo del flete nominado en dólares disminuyó notablemente. En abril de 2021 con la nueva tarifa, se evidenció una recuperación en el precio del flete, que se estima que continuará en la próxima actualización de tarifas, para seguir el ritmo de la inflación. Aun así, el dólar oficial se prevé con un menor crecimiento que la tasa inflación para los próximos meses, permitiendo una recuperación del costo del transporte medido en dólares.
En el siguiente mapa se observa la estimación del costo promedio del flete en dólares por tonelada para mayo de 2022, momento de cosechar la soja de la campaña por venir. Es evidente que el gasto en transporte aumenta a medida que nos alejamos del centro-este de la provincia, encontrando los montos más elevados en los departamentos del norte. Considerando que este es un gasto por tonelada, la incidencia de este depende fuertemente del cultivo sembrado y el rendimiento, por lo que es de esperar que estos números sean más importantes para un productor de maíz que a uno de soja. La distribución del costo del flete por tonelada en la provincia de Córdoba fue calculada para cada departamento teniendo en cuenta su capital, por lo que el mismo puede diferir si un establecimiento se encuentra alejado de la misma.
Fuente: BCCBA en base a datos de FECOTAC.
Con respecto al valor de alquiler de la tierra en la provincia, el promedio se ubica en 11,5 quintales de soja por hectárea para la campaña 2021/22, elevándose 0,5 quintales respecto al promedio de la campaña anterior. El arrendamiento tocó un piso en la campaña 2015/16, con un costo de 8,5 quintales de soja por hectárea, pero fue recuperándose campaña tras campaña. El nivel actual se ubica en el máximo de los últimos diez años, junto con el valor del alquiler de la campaña 2011/12.
Actualmente, la distribución del costo de alquiler de la tierra no se ha alterado de forma sustancial respecto a campañas anteriores. Los arrendamientos más elevados se encuentran en los departamentos del centro-este, con Marcos Juárez y Unión liderando en 17,5 y 14 quintales de soja por hectárea, mientras que el costo de la tierra en los departamentos del norte de la provincia es en promedio 9 a 10 quintales de soja por hectárea.
Rentabilidad agrícola
Tras finalizar la campaña 2020/21, se realizó un promedio del rendimiento de los cultivos de las últimas 3 campañas y se analizó la rentabilidad de los mismos. Considerando que, salvo el trigo, los cultivos tuvieron un buen desempeño durante la última campaña, el promedio se ubica por debajo del rendimiento conseguido durante la misma.
Considerando estos rendimientos promedio y el precio esperado a cosecha de cada cultivo durante el mes de septiembre, se estimaron las tasas de rentabilidad para la nueva campaña. Las mismas resultaron del 11% para la soja de primera, 19% para el planteo combinado de trigo con soja de segunda, 22% para el maíz temprano y 10% para el maíz tardío. Estas tasas, si bien inferiores a la campaña previa, son superiores a las que se obtuvieron en 2019/20 y 2018/19. Excepción a esta última campaña es la rentabilidad del maíz tardío.
Acceder a la calculadora
Resulta interesante analizar cuál sería la rentabilidad estimada de la campaña 2021/22 si los costos de siembra hubiesen mantenido el precio de la campaña previa. Con este fin se muestra la siguiente tabla, donde se puede observar que la estimación de rentabilidad de los cultivos hubiese sido superior a la actual. El caso más notable sería el del planteo combinado de trigo con soja de segunda, cuya rentabilidad estimada pasaría de 19% al 36%. Mientras que la menor repercusión del aumento en los insumos de siembra se vería reflejado en el maíz tardío, con un incremento de la rentabilidad de 9 puntos porcentuales. Tanto para la soja de primera como para el maíz temprano, la mayor rentabilidad sería de 12 puntos porcentuales si el precio de los insumos se hubiese mantenido constante desde la época de siembra de la campaña anterior.
En el mapa siguiente, puede observarse cuál es el planteo que se estima con mayor tasa de rentabilidad para cada departamento de la provincia de Córdoba. Se evidencia que la soja de primera predomina en el norte cordobés, mientras que la opción de trigo y soja de segunda gana terreno en el centro-sur. Por otro lado, el maíz temprano lideraría las expectativas en las zonas sureste y sur-oeste, mientras que el maíz tardío lo haría en el corazón de la provincia.
A continuación, se presentan mapas con la rentabilidad departamental estimada para los diferentes cultivos de la provincia de Córdoba. Comenzando con la soja de primera, las rentabilidades más bajas se observarían al suroeste de la provincia, mientras que los departamentos del norte y el este muestran las mejores expectativas. Los valores más elevados se esperan en San Justo y General San Martín, con valores de 19,4% y 18,2%, respectivamente. Si bien estos departamentos no son aquellos con el mejor rendimiento de la oleaginosa, el menor costo de alquiler de la tierra, comparado a los departamentos más productivos, los haría destacar, al igual que a aquellos departamentos del norte, como Río Seco, Tulumba y Río Primero.
Para el caso del planteo combinado de trigo con soja de segunda, se observan dos departamentos con estimaciones de rentabilidad negativa, siendo Río Cuarto y Calamuchita, con -2,4% y -0,6% respectivamente. Por otro lado, los departamentos con mejores rentabilidades se esperan en la zona este de la provincia, Unión liderando con una rentabilidad estimada de 26,7%.
Considerando el maíz temprano, que en promedio suele representar un 30% de la producción de maíz cordobés, no se esperan resultados negativos, con las rentabilidades más bajas al norte de la provincia, donde generalmente lidera el maíz tardío. Por otro lado, la zona núcleo sobresale con rentabilidades del 32,2% en Marcos Juárez y 30,4% en Unión.
Finalmente, los resultados para el maíz tardío también se esperan positivos en todos los departamentos, aunque aquellos más al sur se encuentran con rentabilidades cercanas al 1%. Los mejores números se esperan en General San Martín y San Justo, con una rentabilidad de 23,5% y 18,5%, respectivamente. El promedio de las últimas tres campañas mostró favorecido al cultivo en General San Martin, con un rendimiento promedio de casi 98 quintales por hectárea, número similar al de Marcos Juárez, aunque con un alquiler de la tierra considerablemente menor.
Escenarios de rentabilidad
El futuro es incierto, y más allá de cambios políticos, variables tan cercanas como el rendimiento y el precio pueden cambiar drásticamente en pocos meses. Es por esto por lo que se propuso un ejercicio para estimar la rentabilidad ante cambios en estas dos variables.
En la tabla que sigue a continuación se refleja el cambio en rentabilidad, ante diferentes precios y rendimientos para los cuatro planteos más importantes en la provincia. El valor central de cada tabla refleja las expectativas actuales, mientras que los números en amarillo representan los escenarios más probables. A menor intensidad del color, menor es la expectativa de que se dé tal escenario.
El maíz tardío es el único cultivo que presenta rentabilidad negativa, de -5%, en uno de los escenarios esperados, el mismo se daría con un rendimiento de 80 quintales por hectárea y un precio de USD 167 por tonelada.
Otra de las consideraciones que se deben tener al mirar hacia adelante, es la evolución del tipo de cambio, tanto oficial como no oficial. En el gráfico a continuación se observa la expectativa actual del dólar oficial en el mercado de futuros, es decir, a cuánto se está comercializando el dólar en los próximos meses en el mercado. Por otro lado, se plantearon tres diferentes escenarios para el dólar no oficial.
El primer escenario continúa con la brecha actual que existe entre ambos tipos de cambio, que se ubica en el 75%. El segundo escenario implica que la brecha entre ambos tipos de cambio incremente, especialmente en los próximos meses. Por último, el tercer escenario plantea una reducción de la diferencia entre ambas formas de adquirir la divisa.
Para calcular la rentabilidad anteriormente estimada, se utilizó el tipo de cambio oficial. Aun así, si el productor, que recibe el dinero en pesos, desea comprar dólares, no obtendrá este monto debido a la imposibilidad de comprar dólares al precio oficial. Deberá recurrir a la compra de dólar MEP o de dólar no oficial, encontrando una merma en sus ingresos medidos en dólares.
La tabla siguiente intenta reflejar cuál sería la rentabilidad del productor en dólares, medidos al tipo de cambio no oficial para los diferentes escenarios planteados. Las líneas azules muestran la rentabilidad estimada al dólar oficial que se espera para el mes de cosecha. En promedio para los diferentes cultivos, para el primer escenario se observa una rentabilidad en dólares menor a la del tipo de cambio oficial por un 43%, mientras que para el segundo y tercer escenario esta baja se estima en 48% y 37%.
Fuente: Bolsa de Cereales de Córdoba