Esto implicó por ejemplo que una familia con ingresos en torno a los 50.000 pesos perdiera 0,4% de poder de compra de la Canasta Básica Total (CBT) respecto de julio de 2020 y 4,5% respecto a la Canasta Alimentaria (CBA), respecto de junio de 2020.
El INVT mide la evolución de los salarios de los trabajadores argentinos, deflactado por la evolución de la canasta básica total, desde abril de 2013, utilizando desde abril de 2013 hasta abril de 2016 la serie de FIEL, porque durante la gestión de Cristina Fernández se dejó de publicar la CBT. Al ser un índice de variación mensual se puede analizar si desde que se publicó el último dato de pobreza, la situación ha mejorado o ha empeorado.
Natalia Motyl, Economista de la Fundación Libertad y Progreso dijo que "lo que más preocupa es el nivel de indigencia que ha empeorado en el último año. El nivel de vida, si tomamos la CBA, se ha corroído en casi cinco puntos porcentuales desde que asumió Alberto Fernández. Nos encontramos en una situación tan delicada que nuestro país exige a gritos una reforma estructural que mejore la calidad de vida de los argentinos. No basta con medidas cortoplacistas para ganar las elecciones, es necesario reformas de fondo".
La situación ha mejorado desde que asumió el gobierno actual, en 2,2 puntos porcentuales, tomando Canasta Básica Total, pero ha empeorado en 42% desde agosto de 2013, el punto máximo alcanzado por los trabajadores en nivel de vida.
Manuel Solanet, Director de Políticas Públicas en la Fundación destacó que "el Índice de Nivel de Vida de los Trabajadores que mide mensualmente la Fundación Libertad y Progreso, es un buen termómetro de la evolución de la capacidad de consumo que permite un salario medio en el contexto económico argentino. Mas que expresar un valor, lo que permite es analizar las variaciones y las tendencias".
Sobre la evolución a lo largo de los años observó que "desde marzo de 2013, la serie, se ve claramente en tendencia negativa, o sea un empeoramiento del nivel de vida, que no se ha detenido. Las políticas que intentaron elevar el salario real, sólo lo lograron en plazos cortos, como ocurre en meses recientes, hasta retomar la tendencia". Además destacó que "sólo el aumento de la productividad laboral puede sostener genuinamente una mejora en el salario real" y que "si ello no ocurre, por ejemplo, con aumentos salariales por decreto o por presiones sindicales. Lo único que se logra es más inflación".
El camino para aumentar la productividad es la inversión, particularmente la privada. Debe ser acompañada de una reducción del gasto público que permita alivianar la carga impositiva. Se requiere además la reforma de la legislación laboral que les permita a empleadores reducir el costo y riesgo laboral y a los trabajadores mejorar su salario de bolsillo y encontrar fácilmente oportunidades de nuevo empleo mejor remunerado.
Fuente: Fundación Libertad y Progreso