El organismo incrementó en más de 2 millones de toneladas la producción de soja con respecto a lo informado en el WASDE de septiembre, lo cual se trasladó directamente a las existencias finales de la temporada, causando que los precios de Chicago reaccionaran con amplias pérdidas.

En el caso del maíz, el impacto fue similar, pero de distinta magnitud. La producción de la campaña presentó recortes desde el último informe del USDA, pero finalmente los stocks de la temporada 20/21 también aumentaron ante mayores ajustes en la demanda por encima de los recortes productivos.

Estos cambios inesperados implican un alivio al ajustado balance que veníamos observando. La relación Stock/Consumo creció de 3,9 a 5,7% para soja, y de 7,9 a 8,3% para el maíz, mientras que los ratios de la 21/22 pasarían de 4,2 a 6,1%, y de 9,5 a 9,8%, respectivamente, ante mayores existencias iniciales.

Ahora bien, continuamos en niveles de precios buenos, pero ¿Se mantiene una visión predominantemente alcista, o el panorama ha cambiado un poco? A continuación, revisamos los fundamentos existentes en el mercado, tanto internacionales, como locales.

FUNDAMENTOS A CONSIDERAR

Dada la entrada de cosecha en Estados Unidos, el mercado tiende a estar presionado, sobre todo esperando una buena campaña para este año, pero nos preguntamos, ¿eso explica las bajas?
Últimamente, los mercados mundiales de aceites vegetales han acumulado ganancias en las semanas previas, en conjunto con las cotizaciones del crudo que buscan alcanzar máximos de hace 3 años, también dando sostén a las cotizaciones. A pesar de esto, un tema a tener en cuenta es la situación latente de los biocombustibles en Estados Unidos, la cual podría reducir la mezcla obligatoria a las refinerías, que de darse podría traer más oferta al mercado norteamericano.

Por otro lado, las ventas de exportación 21/22 de EE. UU., si bien están firmes, no logran alcanzar el ritmo observado a principios de la temporada. Se lleva negociado un 43% de la campaña de soja, aunque los niveles se encuentran por debajo de la temporada anterior para la época, mientras que para el maíz la situación es similar, y la preocupación está en si China seguirá comprando como lo hizo anteriormente.

Se espera que los precios del maíz en China caigan durante la 21/22, a causa de mejoras en la oferta de cereales forrajeros y mejores expectativas para la cosecha de maíz del gigante asiático. Cuánto terminaría importando realmente es la gran incógnita.

Si miramos a los fondos especulativos, estos aún mantienen una visión más alcista para el maíz, ya que se encuentran comprados en 20 millones de toneladas, mientras que en el caso de la soja ya casi liquidaron completamente su posición comprada, estando actualmente neutrales.

¿Fortaleza del dólar?

Lo cierto es que el índice del dólar estadounidense presenta una tendencia alcista, pero la FED aún no ha dado indicios de un aumento de tasas, por lo menos en el corto plazo. Habrá que esperar las respuestas a los niveles de inflación y desempleo.

Localmente se mantienen los mismos factores que teníamos hasta hace unos meses. En Sudamérica la probabilidad de un año Niña podría traer problemas productivos y reducir la oferta de Argentina y Brasil, mientras que la retención de granos de los productores argentinos como método para mantenerse dolarizados trae una disociación de precios contra las bajas de Chicago, viendo que el mercado local no acompaña al cien por ciento la tendencia externa.

Por el lado de la oferta, con los recientes ajustes al balance 20/21 de Estados Unidos, deberíamos esperar al próximo informe mensual de Oferta y Demanda para ver si cambian las perspectivas productivas de la 21/22, y a su vez mirar la potencial cosecha sudamericana para proyectar la oferta del año entrante.

Por el lado de la demanda, China continúa reponiendo sus stocks de cerdos, mientras el USDA estima que las importaciones, tanto de soja como de maíz, se mantendrían similares a las de la temporada 20/21.

Mas allá de las bajas del mercado en los últimos meses, consideremos que, comparados con el año pasado a la misma fecha, los precios continúan en niveles muy atractivos, y que los derivados e instrumentos de cobertura son una opción para asegurar pisos y cerrar rentabilidades. De esta manera, más allá de la presión estacional de cosecha, y demás factores, aprovechar las volatilidades baratas de las opciones para cubrirse en caso de que el mercado nos dé un susto, ya sea vendiendo y comprando opciones Call o directamente sin ventas y con opciones Put, nos permite poner pisos de precios y acompañar toda posible mejora que el mercado presente en el mediano plazo.

Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria