Después de obtener un récord productivo el año pasado, en los dos primeros meses de 2021 continuó la expansión de la producción de carne de cerdo con un aumento de 5,1 % en la producción y llegó a más de 100 mil toneladas. El consumo fue de 15,6 kilogramos por habitante por año y, según estimaciones de los especialistas del INTA, se espera que continúe el alza.
“La Argentina fue tradicionalmente un país importador de subproductos porcinos debido a que la producción local era insuficiente, en los últimos años, la situación se revirtió, gracias a un fuerte desarrollo y expansión del sector”, resaltó Darío Panichelli –especialista del INTA Marcos Juárez, Córdoba–.
Durante 2020, la producción fue de 655.000 toneladas de res con hueso. “La expansión sectorial se explica por el aumento de las exportaciones y la mayor demanda interna que viene en un nivel sostenido desde 2009”, agregó Panichelli. Además, entre las ventajas se encuentran la posibilidad de agregado de valor en origen y de diversificar la producción agropecuaria.
“Los principales desafíos del sector, para cumplir con los objetivos
previstos para la próxima década, están en mejorar la eficiencia integral del
sistema, aumentar la escala de producción y mejorar la gestión”, indicó Jorge
Brunori, especialista en producción porcina del INTA Marcos Juárez.
Los principales desafíos del sector, para cumplir con los objetivos previstos para la próxima década, están en mejorar la eficiencia integral del sistema, aumentar la escala de producción y mejorar la gestión.
Fericerdo virtual
Debido a las limitaciones a la presencialidad impuestas por la pandemia, el INTA Marcos Juárez postergó la realización de la tradicional Fericerdo, un encuentro que se realiza cada año desde 1998 y en el que confluyen productores, profesionales, estudiantes, laboratorios y empresas proveedoras.
“En esta ocasión se busca recuperar el rubro de capacitación mediante mesas con referentes de relevancia en los aspectos nutrición y alimentación porcina, mercados y producción, bienestar animal y sanidad”, mencionó Panichelli. De esta manera, se espera hacer un aporte al conocimiento y una actualización de la situación actual de la producción porcina nacional.
“Es la primera vez que incluimos un módulo específico de bienestar animal porque vimos que hay una demanda social creciente”, explicó Mariano Lattanzi –especialista de la misma unidad–. A su vez, añadió que harán un panorama de las normativas y regulaciones, las formas de medir e incorporar mejoras en pequeñas y medianas producciones, y por último, hay una presentación sobre ética profesional.
La jornada virtual es libre y gratuita, sin inscripción previa. Se desarrollará el 28 y 29 de septiembre por el canal de YouTube del INTA Marcos Juárez.
Más de 40 años de experiencia
Una de las alternativas, impulsadas por el INTA, son los sistemas de pequeña y mediana escala a campo o mixtos ya que posibilitan una baja inversión inicial, un mejor aprovechamiento de los recursos naturales y de las capacidades sociales, mejora la eficiencia productiva y permite planificar empresas mixtas con agregado de valor.
Desde el INTA Marcos Juárez –Córdoba– se desarrolló un sistema de confinamiento adaptado que trabaja con un plantel de hasta 150 madres como estrategia de diversificación e incorpora un área para producción agrícola.
A su vez, capacitan a extensionistas, profesionales, estudiantes y productores sobre estrategias integrales de manejo, alimentación y nutrición, características básicas de alojamientos, medidas de bioseguridad y herramientas de gestión para la obtención y análisis de la información para la toma de decisiones.
Estas demostraciones están incluidas en el programa de Unidades Demostrativas Agrícolas Porcinas (UDAP), que se distribuyen en nueve puntos del país, y tienen como objetivo establecer un sistema integrado de producción agrícola-porcina de alta eficiencia y baja inversión, que produzca un ingreso adecuado para la sustentabilidad de la empresa.