La resolución Senasa 1698/19, que entró en vigencia recientemente, dio luz verde a las empresas para utilizar caravanas electrónicas como sistema oficial de identificación bovina. El Ing. Agr. Gustavo Sueldo, de Agro Sin Fronteras, explicó a Valor Carne los pormenores de esta normativa y los beneficios de utilizar dispositivos de calidad para poder hacer “minería de datos”, visualizar los puntos de mejora del sistema y programar avances productivos y económicos.
“Las caravanas electrónicas ya existían en el mercado y su uso creció mucho en los últimos años, pero no eran oficiales, lo que nos obligaba a realizar doble tarea. Por un lado, anotábamos los movimientos tomando los números de la tarjeta ubicada en una oreja; y por el otro, registrábamos todo lo que hacía al manejo, pasando el lector por el botón, y eso iba por circuito aparte”, planteó Sueldo, detallando que si el animal se vendía tenía que llevar otro botón para la gestión de la nueva empresa.
En concreto, había una caravana del Senasa y otra electrónica para el campo. “Era complicado y podía dar lugar a errores en la recolección de datos, al tener que escribir la identificación a mano en una planilla y después pasar los números a la computadora”, aseguró, aludiendo a que hasta podía perderse la trazabilidad.
“Ahora, con la caravana electrónica oficial, se unifica la operatoria en un solo paso y la toma de datos resulta más sencilla y precisa. Por ejemplo, durante una pesada, se digitaliza el número de identificación del animal y el kilaje de manera instantánea, y eso se transmite a una computadora o celular a partir de un único dispositivo”, destacó.
En tal sentido, el uso de la caravana electrónica oficial tiene la ventaja de agilizar los trabajos en la manga y minimizar el estrés de la hacienda, permitiendo a la empresa administrar en forma fácil y eficaz la información de cada animal.
“Es una novedad que veníamos reclamando desde el sector hace mucho tiempo”, afirmó Sueldo, indicando que, además de la oficialización del botón, se autoriza una nueva dupla botón-tarjeta para posibilitar la lectura del bovino a distancia.
La normativa agrega tres formas de caravanear la hacienda, una es utilizar el botón o sea el chip, como el amarillo que ya existía, pero de color blanco y con el número oficial que otorga el Senasa; otra, es aplicar el conjunto botón-tarjeta blanca en zonas libres de aftosa con vacunación y una tercera es la misma dupla de color verde en la zona libre de aftosa sin vacunación.
Para Sueldo, otro factor clave es emplear dispositivos de calidad para garantizar una eficaz minería de datos biológicos. “Las caravanas tiene que ser durables, que no se salgan, no se rompan ni entre agua, porque adentro hay una antenita de cobre con el número de identificación, que es lo que lee el bastón. Además, tienen que ser flexibles, algunas quedan pegadas a la oreja y, si el animal se engancha a un alambrado, se lastima, arranca la caravana y se pierde la trazabilidad”, advirtió.
Al respecto, Valor Carne, consultó al Ing. Agr. Kevin Díaz Cervigni, de Villanueva, la distribuidora de Allflex en el país, por ser la marca líder en el rubro. “La flexibilidad se debe al material de la carcasa que, en nuestro caso, es resistente a los rayos UV y no genera daños para el bienestar animal ni el ambiente. Además, cuenta con un sistema de cierre ultra, con seis trabas, mientras las otras tienen tres y, si se les rompe una pata, se caen. Es un detalle único, además del rango de lectura del cobre, que es mayor”, aseguró el técnico, aludiendo a su eficacia para digitalizar los datos y mantener la trazabilidad. Por otra parte, apuntó, “existen dos versiones de caravanas electrónicas Allflex, FDX y HDX, esta última para establecimientos donde puede haber interferencia por ruidos eléctricos”.
Sueldo piensa que la oficialización de estos dispositivos significa un gran avance para la gestión de las empresas. “Los datos recolectados, se agrupan según los objetivos, transformándolos en información, luego se analizan, se genera conocimiento y, en base a ello, se toman decisiones productivas y económicas”, describió.
Inteligencia de negocios
“La calidad de las decisiones es directamente proporcional al volumen, manejo y análisis de la información”, subrayó Sueldo, respaldando el valor de llevar estadísticas para identificar problemas, corregir errores y buscar alternativas superadoras.
Tras la toma de datos a campo, el primer paso es estructurarlos en tablas y almacenarlos en un servidor. “Un punto crucial es descubrir cuáles son los importantes para el tipo de decisión que necesitamos tomar, como fecha, edad y kilos al ingreso, además de precio, consumo, ganancia diaria y estado sanitario. A su vez, esto nos permite visualizar relaciones estratégicas entre bases de datos, agrupándolas y segmentándolas según razas, orígenes, época de ingreso, dietas, días de estadía, entre otros”, indicó.
Finalmente, cuando hay un cúmulo de estadísticas, se pueden hacer predicciones de ventas y calcular los márgenes. “Todos los meses, según la información almacenada, proyectamos cuándo saldrán los animales y con qué kilaje”, reveló.
El análisis estadístico permite entender qué ocurre en el sistema, sus debilidades y fortalezas, para hacer inteligencia de negocios. “Un Holando, por ejemplo, que ingresa con bajo peso no tiene las mismas ganancias que un mestizo o un cruza de igual kilaje, entonces el costo del kilo producido es diferente. Y dentro de un mismo biotipo también entra en juego la sanidad, que impacta en el consumo y, por lo tanto, en los días de estadía”, puntualizó. Con esta información, “podemos seleccionar proveedores que nos permitan maximizar los márgenes aún sin conocer el campo de origen”, resaltó.
También es posible visualizar los puntos de mejora dentro de un sistema. “Asesoro un feedlot al sur de Chile, país donde las caravanas electrónicas son obligatorios. La primera vez que fui noté que los novillos, que eran de varias razas, tenían desempeños muy diferentes, pero los dueños no habían analizado por qué ocurría esto. Tenías dos campos de recría y con los datos que recogían los dispositivos pudimos descubrir, incluso sin visitarlos, que sus aptitudes productivas eran diferentes y así armamos una estrategia de suplementación por origen y raza”, contó.
Sueldo está convencido de que, con el tiempo, la identificación electrónica oficial será obligatoria también en la Argentina. “Es una herramienta de altísima necesidad. La cría hará punta con la vaca, para llevar información digital durante toda su vida, sobre todo de la hembra de reposición, que se quedará más tiempo en el campo. Y también serán adoptadores tempranos las empresas de avanzada que hacen ciclo completo, que no son pocas, sea con invernada a campo o feedlot, porque el costo por animal es muy bajo frente al importante retorno de gestionar la información”, concluyó.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein
Fuente: Valor Carne