Andrés Madías, Coordinador Técnico del Sistema Chacras Aapresid, Programa que articula productores, técnicos, junto con la ciencia y las empresas para generar información conjunta en escenarios reales, fue coordinador del evento.
El especialista Gerardo Piñeiro, miembro de la Red de Cultivos de Servicios (CS) del Programa de Aapresid y referente del tema, expuso los principales resultados de las últimas 2 campañas.
Los ensayos se hicieron en 18 sitios distribuidos en gran parte de la zona central y NEA. Se sembraron entre abril y junio y el quemado se realizó entre septiembre y noviembre, dependiendo del cultivo sucesor.
Los resultados de la inoculación de los CS Leguminosas mostraron que la vicia inoculada rindió en promedio entre 600 kg/ha y 1000 kg/ha más que la sin inocular, principalmente en sitios con mayor agua útil a la siembra, ciclos más cortos del cultivo, y antecesor Gramínea. También se vio una mejora en el control de malezas.
Con respecto a la fertilización con Nitrógeno (50 kg N/ha) de los CS Gramíneas, pudieron observar aumentos en rendimiento de 1400 kg/ha (30 kg MS/kg N aplicado), aunque con variación entre sitios, con más impacto en zonas donde llovió más, con mayor contenido de Materia Orgánica del suelo y antecesor Gramínea.
Los ensayos con mezclas arrojaron una ventaja en cuanto a la producción de biomasa (20 % más de producción), dada por la sinergia y complementariedad de nichos cuando se siembran leguminosas y gramíneas juntas.
La inclusión de una crucífera en la mezcla L+G 75/25 no aportó diferencias en la biomasa del CS, control de malezas o consumo de agua. No obstante, el docente-investigador comentó que "incluir crucíferas puede aportar otros beneficios como descompactación del suelo" debido a su sistema radical pivotante.
En lo referido al consumo de agua, los CS se llevaron aproximadamente entre 50-70 mm. La diferencia la hace el "barbechito" posterior, tiempo que permite recargar de agua el lote alcanzando niveles incluso superiores a los de un barbecho largo.
Los rendimientos de los cultivos sucesores indicaron que sembrar CS Leguminosas mejora el rendimiento del maíz (hasta 3000 kg/ha en sus resultados 2019) en comparación con un cultivo sobre barbecho químico. Con la soja los resultados fueron más ambiguos, y no se pudo observar una tendencia marcada.
Desde el lado de la interacción de agua y nutrientes, los CS Leguminosas captaron más agua y aumentaron rindes del cereal. Por otra parte, en lugares con napa se observó más rendimiento con menores precipitaciones. En algunos CS Gramíneas, a pesar de la buena captura hídrica, se vieron menores rendimientos debido a la inmovilización del N.
El maíz sobre CS mezcla, resultó en menores rendimientos por mucho consumo de agua. En soja se registró mayor productividad con el uso de CS puros, que permitieron captar más agua.
El "Barbechito" -tiempo entre secado del CS y la siembra del sucesor- es fundamental para garantizar los mejores resultados. Explicó que para planificar su duración es importante definir el cultivo y la fecha de siembra del cultivo sucesor dentro de la rotación del sistema y, según la cantidad de lluvias esperadas y/o napa y tipo de suelo, estimar "cuánto tiempo precisamos para llenar ese suelo con agua".
Luego hace falta considerar la relación C/N necesaria para que no haya inmovilización. "Si tengo poco tiempo voy con CS Leguminosas, y con tiempos más largos con Gramíneas", aconsejó.
Por último, se establecerá la terminación del CS (herbicidas, rolado, etc) según el estado fenológico. Teniendo en cuenta todo lo anterior y los servicios ecosistémicos buscados se seleccionará la/s especies.
"Cuanto antes sembremos el CS, mejor, para poder aprovechar el agua de otoño". Serán importantes los monitoreos de agua en suelo durante el CS para definir si adelantar secado en caso de que se observen secos los 80 cm o metro de suelo.