La crisis hídrica del Paraná a causa de la sequía tendrá consecuencias y en
la región ya se empieza a hablar del impacto ambiental, económico y social que
generará a corto y mediano plazo.
Paraguay no quedará atrás en esta situación que pone en peligro humedales. La
navegación de barcazas transportadoras es prácticamente imposible, los peces se
encuentran a merced de los depredadores y la primera propuesta que surge es la
de adelantar el periodo de la veda pesquera en algunos tramos del río.
Pescadores de las localidades de Itapúa, como Atinguy, San Cosme y Damián, principal punto de referencia de la actividad pesquera en la región sur del país, aseguran que nadie ha hablado con ellos sobre la entrada en vigencia de la veda pesquera por la bajante del río. No obstante, expresaron su preocupación por una posible implementación, atendiendo al proyecto de ley de veda por la bajante de los ríos Paraná y Paraguay, presentado por el senador Blas Llano.
Esta posibilidad cobra aún más fuerza tras conocerse que, en las provincias de Misiones, Corrientes y Chaco, Argentina, se aprobó la ley que prohíbe la pesca deportiva y comercial por un plazo de hasta 180 días, debido a la bajante histórica del Paraná.
La vigencia de la prohibición está basada en estudios científicos y técnicos del grave impacto que está ocasionando la bajante del río sobre el recurso ictícola, informó Antonio Rolín, corresponsal.
En Ñeembucú, el estiaje también se trasluce en dificultades en la navegación. Los buques que navegan deben sortear numerosos inconvenientes para aproximarse a los puertos cercanos a Asunción.
El jefe regional del Ministerio del Ambiente, Hugo Javier Encina, refirió al corresponsal Juan José Brull que en épocas normales del decimosegundo departamento salían un millón quinientos mil kilos de peces. El año pasado esta situación ya provocó una merma considerable, con 800.000 kg de captura.
Encina remarcó que el momento es muy grave, “estimamos que este año la captura será mucho menor”. La escala hidrométrica en el puerto de Pilar se encuentra por debajo de cero con 88. Para Hugo Torres, pescador en aguas del río Paraguay, el momento que pasan es difícil y preocupante, “vivimos de esto y cada día que pasa observamos que el panorama no mejora, casi nada pescamos”, comentó.
La misma situación de incertidumbre se vive en la ciudad de Ayolas, Departamento de Misiones. Ángel Cano, de la Federación de Organizaciones de Pescadores Profesionales de Ayolas, dijo no estar al tanto del proyecto de adelantar la veda, pero cree que toda cuestión medioambiental es buena, pero la cuestión social no pueden dejar de lado.
‘‘Somos miles de personas que no tenemos otro rubro, qué salida ofrecen para nosotros, las autoridades sacan proyectos de ley sin consultar con nosotros, los afectados”, remarcó Cano a la periodista Vanessa Rodríguez.