“Están dadas las condiciones para que todo cambie, el arranque del girasol está en la medida que exista capacidad de financiamiento de insumos y capacidad de pronto pago de cosecha”, explicó Ramón Elías Bolotin, director de oleaginosas y leguminosas de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), quien aclaró que las cosechas, sean de maíz, soya o frijol se venden de contado “porque el productor no tiene capacidad de financiar a la agroindustria”.
Recordó que en el segundo renacer del cultivo, la inflación -donde los precios se calculaban en bolívares y se pagaban 6 meses después-, acabó con el girasol en Portuguesa. Es por eso, que para el regreso, -aseguró Bolotin- se requiere un contrato donde estén claras las reglas del juego, la garantía de la compra con los costos y pagos dolarizados de la cosecha.
Otro de los factores que ha incidido no solo en este cultivo, sino en los demás como el maíz o el arroz, ha sido la falta de financiamiento, “la banca no esta prestando cantidades importantes de dinero y todo se esta haciendo con el crédito de las casas comerciales y el poco dinero que tienen los programas privados de producción”.
El líder gremial, quien a partir de la siembra del girasol ha promovido el agroturismo en la Colonia Agrícola de Turén, aseveró que el problema de años anteriores con el monopolio de semillas e insumos de dudosa calidad, ya no es una limitante, “existen distribuidores privados y con voluntad, (…) en este caso, la semilla de girasol arribará en el mes de agosto evitando los problemas del pasado, donde la semilla llegaba tarde. Tendremos semilla nueva y de producción reciente que va a garantizar una buena germinación del girasol”, dijo.
Bolotin, mencionó que el girasol, -cultivo de buenas condiciones agronómicas en Portuguesa-, volverá “porque no solamente es comida para el cuerpo con el aceite comestible sino también es comida para el alma por la vista, fotos hermosas y el agroturismo que promueve”, enfatizó.