"Si bien la gran mayoría de los convenios colectivos incluía cláusulas de revisión, la reapertura de las negociaciones paritarias por parte de aquellos gremios que se habían ajustado inicialmente a la proyección oficial de inflación del 29% seguramente impactará sobre los precios y, consiguientemente, sobre el nivel de la inflación anual", asegura Víctor Beker, director del CENE.
"De hecho, en muchos casos, la reapertura se viene produciendo antes del plazo previsto, ante la discrepancia entre la inflación prevista y la real", añade.
A juicio del economista, para bajar la inflación, se necesita optar por un drástico viraje en la política económica, ya que existe una inercia inflacionaria que debe ser doblegada atacando todas sus causas. De lo contrario, la inflación presente retroalimenta la inflación futura.
"Hace falta voluntad política para hacerlo. En el contexto actual de fragmentación en la toma de decisiones, ésa es la primera y mayor dificultad. Suponiendo que ella fuera superada, se requiere, desde el punto de vista técnico, un plan integral de ataque coordinado a la inflación. Ello implica que el conjunto de las medidas monetarias, fiscales y cambiarias, así como la política de ingresos, esté subordinado al logro de la meta de inflación. Y que el plan sea creíble y creído por la población", asegura Beker.
Fuente: Universidad de Belgrano