• El punto de inflexión está asociado al fuerte incremento del déficit fiscal hacia el final del segundo período de Fernández de Kirchner, que llegó a 3,8% del PIB en 2015, sin decaer en 2016 y 2017. Cuando el déficit y el endeudamiento se volvieron insostenibles, comenzó en 2018 un fuerte ajuste, que se prolonga hasta 2020 y los primeros meses de 2021
• La cantidad de agentes públicos en los tres niveles de gobierno pasó de 2,2 millones en 2000 a 3,6 millones en 2020, mientras que el número de jubilados lo hizo desde 3,3 millones a 6,8 millones en igual período. Sumando empleos públicos y jubilaciones pagadas, se pasó de 5,5 millones en el año 2000 a 10,5 millones en 2020 • El gasto en personal en Nación y Provincias ha mostrado una tendencia creciente entre 2004 y 2015, cuando pasó de 6,7% a 11,8% del PIB, una suba de 5 puntos porcentuales en 11 años. Desde 2016 el peso del gasto en personal comienza a disminuir, para llegar a 9,9% del PIB en 2019, rebotando en 2020 hasta 10,6%, más por la fuerte caída del PIB que por la suba del gasto en personal
• Para el acumulado de enero a mayo de cada año entre 2000 y 2021, la partida de personal del sector público nacional (SPN) experimentó un aumento del orden del 44% real, con una etapa entre 2003 y 2015 en la que subió 137% en términos reales, para caer un 29% entre 2015 y 2021
• Durante el período completo (2000 – 2020) el gasto en personal del consolidado de provincias experimentó un aumento del 76%. Destaca Chubut, con una suba real del 216%, mientras que, en el otro extremo, en Santiago del Estero el aumento fue del 12%
• Comparando con países de Latinoamérica, Argentina registra el mayor gasto en personal con 11,5 % del PIB (datos de 2019), considerando los tres niveles de gobierno (2,5% a nivel nacional; 7,4% en provincias y 1,6% en municipios). Brasil es el país que lo sigue, con 9,6% del PIB, también en tres niveles de gobierno. Chile, Uruguay y Perú (unitarios) y México (federal), gastan en personal en el sector público el equivalente a entre 5,8 y 7,2% del PIB
Siempre en economía es importante analizar lo que ocurre con “P x Q”, es decir con el valor que surge de multiplicar precios y cantidades de bienes, ya sea en un mercado en particular o en el agregado de la macroeconomía. Pero resulta interesante aplicar también a otro tipo de variables, como ocurre en el mercado laboral con el gasto en salarios (GS), en que el producto resulta “S x E” (salarios x empleo) o con el gasto en jubilaciones GJ, con el producto “J x P” (monto jubilaciones x cantidad de pasivos).
En este sentido, puede decirse que por un aumento exagerado en la cantidad de agentes públicos y jubilados/pensionados ocurrido entre 2003 y 2015, la suma del gasto en salarios y jubilaciones subió hasta niveles difíciles de sostener a largo plazo, y de hecho luego de 2015 sobrevino un proceso de ajuste en salarios y desde 2017 en los haberes jubilatorios, en términos reales, que se prolongó hasta el año 2020, y perdura aun en los primeros meses de 2021. Esto es, dado que “Q” es inflexible a la baja, cuando las cantidades suben excesivamente, por ejemplo, amparado en un favorable contexto internacional, luego el ajuste vendrá por “P”, en el caso que nos ocupa, por los salarios públicos y los haberes jubilatorios reales, dado que los nominales también resultan inflexibles a la baja. La inflación termina licuando salarios y jubilaciones.
Podría decirse que se puede tener una cantidad exagerada de empleados públicos con salarios reales relativamente bajos, o una cantidad ajustada de agentes públicos con buenos salarios, pero a largo plazo resulta imposible tener un exceso de empleados estatales con salarios también altos. Algo similar puede decirse para el caso del sistema previsional.
En efecto, entre 2003 y 2017 el gasto público consolidado en salarios y jubilaciones (Nación y Provincias) subió un 190% en términos reales (cerca de 10 puntos adicionales del PIB), mientras que entre 2017 y 2020 cayó un 12% real. El punto de inflexión estuvo dado tras la fuerte suba del déficit fiscal hacia el final del segundo período de Fernández de Kirchner (el déficit primario pasó de -0,2% en 2011 a -3,8% en 2015), que se mantuvo alto en los dos primeros años de la Administración Macri (-4,2% en 2016 y -3,8% en 2017). Una vez que ese déficit y el consecuente endeudamiento se volvieron insostenibles, comienza un fuerte ajuste fiscal implícito desde 2018, que se prolonga hasta 2020 y los primeros meses de 2021.
La cantidad de agentes públicos en los tres niveles de gobierno pasó de 2,2 millones en 2000 a 3,6 millones en 2020, mientras que la cantidad de jubilaciones lo hizo desde 3,3 millones a 6,8 millones en el mismo período. Sumando empleos públicos y jubilaciones pagadas, se pasó de 5,5 millones en el año 2000 a 10,5 millones en 2020, exhibiendo un crecimiento cercano al 90% en ese período.
Lo cierto es que entre 2002 y 2020 el gasto acumulado extra en salarios públicos y jubilaciones (en cada año por arriba de los valores reales de 2002), en Nación y Provincias, suma 1.204.322 millones de dólares. Pueden compararse contra los 137.202 millones de dólares que se recaudaron por Derechos de Exportación y los 126.498 millones que se recaudaron por el impuesto a los débitos y créditos bancarios (IDCB) en el mismo período, lo que hace un total de 263.700 millones de dólares.
Se debe recordar que en 2001 - 2002 se reintrodujeron IDCB y DEX en forma transitoria, por la emergencia, en el segundo caso para financiar planes sociales tras la gran crisis de 2001 – 2002. Pero la expansión del gasto público en general en las últimas dos décadas no permitió luego reducir dichos tributos, altamente distorsivos, e inclusive dio lugar a la introducción de otros gravámenes, o aumento de los existentes, también nocivos para el crecimiento económico
Gasto en Personal en Nación y Provincias a largo plazo
El gasto en personal en Nación y Provincias ha mostrado una tendencia creciente entre 2004 y 2015, cuando pasó de 6,7% a 11,8% del PIB, es decir, con una suba de 5 puntos del PIB en 11 años. Desde 2016 el peso del gasto en personal comienza a disminuir, hasta llegar a 9,9% del PIB en 2019. En 2020 se recupera a 10,6%, pero especialmente por una fuerte caída del PIB, más que por una suba del gasto en personal.
Si se considera el gasto en personal en valores reales, entre 2015 y 2020 cayó un 19,3% para el consolidado de Nación más Provincias. En el caso del gasto nacional, bajó un 30,6% real entre 2015 y 2020, y en el de provincias lo hizo un 16,7% entre 2017 y 2020. Ambos prácticamente se triplicaron, en valores reales, entre la crisis de 2002 y el año 2015.
Si el análisis se realiza para el acumulado de enero a mayo de cada año entre 2000 y 2021, para el sector público nacional (SPN), se concluye que en tal período la partida de personal experimentó un aumento del orden del 44% real, aunque la mayor suba se produjo entre 2003 y 2015, cuando resultó del 137% en términos reales, para caer luego un 29% entre 2015 y 2021. Si se analiza para provincias, el gasto en personal del Sector Público Provincial consolidado experimentó un aumento de 107% real entre 2000 y 2015, en que se destacan las provincias de Chubut y Tierra del Fuego, con subas del 202% y 188% real, respectivamente. La provincia que exhibe el menor crecimiento real de dicha partida fue Santiago del Estero, con un 30%.
Ocurre lo contrario entre 2015 y 2020, cuando el gasto en personal baja un 15% real para el consolidado de provincias, con las mayores caídas en Santa Cruz y Tierra del Fuego, del orden del 39% y 35% real, respectivamente. En dicho subperíodo solamente 3 jurisdicciones experimentaron aumentos en términos reales: San Luis (41%), CABA (6,6%) y Chubut (4,5%).
Finalmente, para el período completo (2000 – 2020) el gasto en personal del consolidado de provincias experimentó un aumento del 76%. Destaca Chubut, con un crecimiento real del 216%, mientras en el otro extremo se encuentra Santiago del Estero, con un aumento del 12%.
Gasto en Personal en países de Latinoamérica
Comparando algunos países de Latinoamérica, Argentina es el que presentaba mayor gasto en personal en 2019, cuando ascendía a 11,5% del PIB, considerando los tres niveles de gobierno (2,5% a nivel nacional, 7,4% en provincias y 1,6% en municipios). Brasil es el país que lo sigue, con un gasto en personal de 9,6% del PIB, también en tres niveles de gobierno. Chile, Uruguay y Perú (unitarios) y México (federal), gastan en personal en el sector público el equivalente a entre 5,8 y 7,2% del PIB.
Por Marcelo Capello y Jonás Alvarado
Fuente: IERAL