El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Ministerio de Producción, Industria y Empleo del Chaco acordaron trabajar en conjunto la fiscalización de la destrucción de restos del cultivo del algodón al haberse cumplido el 15 de junio la fecha límite para llevar adelante la medida que busca disminuir la presencia del picudo del algodonero y evitar pérdidas económicas.
Ambas instituciones acordaron la metodología de fiscalizaciones conjuntas durante una reunión (en modalidad virtual) de la Comisión Provincial de Sanidad Vegetal (Coprosave), el pasado 14 de junio, en la cual se ratificó el 15 de junio como fecha máxima para la destrucción de rastrojos en la provincia del Chaco.
Desde la campaña pasada en la provincia del Chaco, el control de los restos
del algodón tiene el adicional de la certificación de dicha labor a través de
los delegados del Ministerio de Producción o con un ingeniero agrónomo
matriculado.
La certificación de destrucción de rastrojos es un requisito indispensable para obtener la asistencia del Estado en la campaña 2021- 2022 con semillas fiscalizadas, certificadas y de primera multiplicación y combustible.
La destrucción de los rastrojos luego de la cosecha del algodón es una de las principales medidas de prevención contra el picudo del algodonero porque le quita los restos del cultivo para alimentarse, esconderse y sobrevivir hasta la próxima campaña algodonera.
Además, es importante respetar el período que permite tener los campos libres de algodón al menos durante 90 días, lo que técnicamente se conoce como “vacío sanitario” y constituye uno de los métodos culturales más eficientes para el control de la plaga.
En la reunión de la Coprosave también estuvieron presentes representantes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS), de la Asociación Argentina de Productores Algodoneros (AAPA) y del Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos del Chaco (CPIACH).