Si bien en algún momento se sugirió que la agricultura debería estar exenta
del objetivo propuesto de alcanzar emisiones netas de carbono para 2050, los
líderes de la industria, como el CEO de la Federación Nacional de Agricultores
de Australia, Tony Mahar, han estado abogando activamente por el papel vital que
la agricultura puede desempeñar en la creación de un futuro más sostenible.
La agricultura representa el 14% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), y la producción de carne roja está etiquetada como un gran contribuyente, a través de las emisiones de los gases entéricos, el estiércol y las prácticas de desmonte en algunas regiones.
Por el contrario, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación concluyó recientemente que sería posible una reducción del 30%
de los gases de efecto invernadero si se extienden masivamente los sistemas
productivos de buenas prácticas, hoy utilizados por el 10% de los productores.
Como el mayor exportador mundial en valor de carne de vacuna y ovina, los
australianos están convencidos que tienen la oportunidad de implementar y
respaldar tecnologías que pueden crear la primera y única huella de carbono neta
negativa del mundo en la producción de carne roja. La agricultura es una piedra
angular de la economía australiana y genera el 12% del PIB del país. Pero para
sostener la actividad deberá abordar rápidamente la crisis del carbono.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente anunció recientemente que las emisiones globales deben reducirse a un ritmo de 7,6% cada año durante una década para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados.
En las últimas semanas, el gobierno australiano ha comenzado a trabajar activamente en esta línea. El reciente presupuesto federal del gobierno destinó partidas para un programa de administración de la biodiversidad que permitirá a los agricultores intercambiar créditos con industrias contaminantes por sus beneficios ambientales, no solo por sus compensaciones de carbono. Adicionalmente, se comprometió a destinar A$ 238 millones (U$S 185 millones) para ayudar a los agricultores a comprender que administrar mejor la salud del suelo de sus granjas es un paso vital hacia adelante.
A lo largo de los años, sectores como el de la electricidad identificaron y adoptaron tecnologías para reducir las emisiones de carbono a través del apoyo e inversión sustanciales del sector público. Estos avances tecnológicos en el sector han hecho que las energías renovables contribuyan con el 21% de la producción de energía de Australia.
Como parte del presupuesto federal de este año, se han comprometido A$ 1.200 millones (U$S 931 millones) para ubicar a Australia a la vanguardia de la innovación tecnológica de bajas emisiones. A$ 264 millones (U$S 205 millones) se destinarán al desarrollo continuo de la captura, uso y almacenamiento de carbono; mientras que A$ 59,6 millones (U$S 46,2 millones) se invertirán para apoyar un Desafío Nacional de Innovación de Secuestro de Carbono en el Suelo y probar nuevas tecnologías de alimentos agrícolas que reducen las emisiones del ganado.
El uso de tecnología basada en datos para medir y pronosticar la nutrición del suelo y el manejo de pastos puede desempeñar un papel vital en las prácticas agrícolas regenerativas, lo que a su vez reducirá el uso de productos químicos y compensará las emisiones de carbono a través de créditos. Tecnologías como la desarrollada por AgriWebb permiten a los agricultores registrar el crecimiento de cultivos forrajeros, lo que ayuda a proyectar la cantidad precisa de días que el rodeo de permanecer en un determinado campo antes de ser trasladado. Esto puede crear los datos necesarios para optimizar la captura de carbono y ejecutar la producción de carne carbono negativo.
Estamos empezando a ver que el gobierno y las empresas respaldan el papel de la tecnología innovadora en el objetivo de alcanzar emisiones netas de carbono neutras. En enero, la Corporación Financiera de Energía Limpia de propiedad estatal comprometió A$ 5 millones (U$S 3,88 millones) para apoyar a AgriWebb y capitalizar su potencial para reducir las emisiones de carbono del sector agrícola, un gran paso en la dirección correcta para el respaldo de la tecnología.
El reconocimiento internacional reciente de las prácticas de pastoreo regenerativo que pueden desbloquear la neutralidad de carbono para la industria le ha dado al gobierno más razones para apoyar la producción australiana de carne saludable, responsable y sostenible.
Si bien los gobiernos y las empresas de todo el mundo continúan estableciendo objetivos loables para alcanzar el cero neto, el desafío de ayudar a los agricultores a mantener la rentabilidad y la productividad en la producción de alimentos mientras implementan prácticas sostenibles y amigables con el carbono sigue siendo crucial.
Fuente: Bioeconomia.info - Emiliano Huergo