Estamos inmersos en un mar de volatilidad.
Las fluctuaciones de precios serán la constante. ¿Por qué?
La respuesta viene por el lado de los stocks, impresionantemente ajustados.
La estrechez existente entre la oferta y la demanda de soja disponible en EE.UU. revela una relación de stock/consumo, estimada para el 3 de agosto próximo, cuando finaliza el período comercial, bajísima.
Sería la más reducida de la historia. ¿Qué les parece?
La soja camina sobre una soga muy tirante. Y aunque lo hace con habilidad, la realidad es que cualquier fenómeno puede voltearla. Y al caer, rebotaría a niveles impensados. Puede pasar, pero también puede no pasar. Es definitorio lo que pase en EE.UU.
El fenómeno, a la vista, más gravitante es el clima en EE.UU. El mercado de granos establece los precios, en gran parte, por el devenir del clima en los cultivos, puesto que los stocks están en ajustadísima situación.
Este jueves será muy importante. En EE. UU. se publicarán dos reportes de fundamental importancia.
El primero en importancia será el de Oferta y Demanda por parte del USDA. Y el segundo será el Índice de Precios al Consumidor de mayo, en dicho país.
Con el primero veremos la reacción de los precios frente al cuadro de estimaciones productivas y de demanda. Y con el segundo, advertiremos la inflación del mes de mayo en EE.UU. con lo cual podremos tener una idea sobre qué comportamiento tendrá la Reserva Federal.
Mientras tanto, sabemos que la humedad es preocupante en los suelos agrícolas de EE.UU.
Para colmo, los pronósticos muestran temperaturas superiores a las que se consideran normales, para las próximas semanas.
De a poco este país está empezando a ingresar el conocido “mercado climático”. Más claramente, está ingresando al período crítico de los cultivos, cuando se establecen los rendimientos.
Y si bien el cuadro no es grave, sí muestra signos preocupantes.
Los informes revelan sequías moderadas en el centro del cinturón agrícola y de mayor gravedad en el noroeste de Iowa, el noreste de Illinois, el sudeste de Wisconsin y centro-oeste de Michigan.
Julio es decisivo para la gran parte del maíz porque es cuando florece. Y agosto es vital para la soja, porque en su mayor parte forma las vainas y llena sus granos.
Estar más que atentos a lo que pase con el clima en este país será crucial, para prever en buena parte el comportamiento de los precios. No solo de la soja, también del maíz.
Con relación a la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. la tasa de inflación que se publique el jueves puede traer consecuencias sobre la tasa de interés.
La inflación anual en abril pasado había llegado al 4,20%. El número impresiona, puesto que unos pocos meses antes apenas superaba el 1,30%.
Si las tasas de interés aumentasen, es probable que el dólar comience a revalorizarse. Algo malo para los precios. Pero, no podemos afirmar nada al respecto, puesto que la política del presidente Biden es de aliento a la economía, en este tiempo de pandemia.
Quizás cualquier intento de aumento se postergue uno o dos meses más.
La buena noticia es que, por el momento, no se advierte ninguna señal de apreciación del dólar respecto a las demás divisas.
El cuadro que sigue nos muestra el comportamiento del índice dólar, desde principios de mayo a la fecha. Y hoy el dólar volvió a bajar.
En definitiva, es todavía muy importante para EE.UU. mantener una política de estímulo aun a riesgo de dejar que aumente la inflación.
Para cerrar, todo indicaría que en entre la posición pesimista y la optimista, vale quedarse con la segunda.