Las lluvias del mes de abril han generado recargas muy importantes en áreas aptas para trigo de las provincias del centro. El norte bonaerense no logró acoplarse con milimetrajes tan destacados y si bien el comportamiento pluvial orillo los valores normales, la necesidad de reposición era mayor a esta oferta, es decir, en gran parte de la cuenca del Salado bonaerense, principalmente hacia el oeste, hubiesen sido necesarias las abundantes lluvias observadas en LP o en las provincias del centro. Hacia el oeste y sudoeste bonaerense, la disponibilidad de humedad es buena, quedando solo el extremo sur de BA, al sur de Bahía Blanca, muy postergado por las lluvias. Eventualmente el noroeste santafesino, el sudeste de SdE y el sudoeste de Chaco, también quedan dispuestos para un buen arranque de una nueva campaña de granos finos.
Todavía resta al menos una quincena como para que las labores de siembra den comienzo, sin embargo, las necesidades de lluvia no son importantes. No obstante, durante estos primeros días de mayo, reaparecieron las precipitaciones. En general las mismas no fueron importantes y por lo tanto no condicionarán los trabajos de recolección.
Las lluvias observadas fueron escasas para la franja oeste y el sur de la zona núcleo en general. La zona más sensible a este comportamiento posiblemente sea el noroeste bonaerense y las vecindades del sudeste de CB. Este es un sector que normalmente suma a la superficie triguera y no tiene tanto margen de reservas como para tener que afrontar un retroceso en este momento. Recordamos que a partir de mayo, la tendencia de las lluvias es a recostarse sobre el este, con lo cual los lotes de la franja mediterránea encuentran en las reservas acopiadas hasta mediados de mayo un buen indicador para saber cuáles son las posibilidades de éxito para desarrollar la campaña de trigo. Una situación muy estrecha por lo general es improbable de revertir durante el trimestre frío, con lo cual todo queda muy dependiente de que lleguen tempranas las lluvias de septiembre. Los próximos quince días servirán para decidir qué tipo de manejo hacer en estas áreas más ajustadas, como vemos, la primera semana de mayo, no parece estará ayudando demasiado. Dentro del área triguera principal de la franja central, es el sector que presenta mayores dudas.
Otra zona que presenta un panorama preocupante es el centro norte de la Mesopotamia y el este del NEA. Esta es una zona que ha quedado con lluvias muy pobres en abril y más allá del impacto que esto tiene sobre las explotaciones agrícolas de la zona es, nuevamente, muy preocupante la afectación que esto tiene sobre el caudal de los ríos de la cuenca del plata.
Estos días han aparecido algunas lluvias en la zona alta de la cuenca, pero los ríos actualmente están en bajante. Los embalses de agua tienen un nivel de hasta un treinta por ciento menos respecto de la misma fecha del año pasado. En conclusión con un escenario deficitario, embalses pobres, lluvias que no aparecen en forma abundante en el corto plazo e ingresando en el período en el que normalmente el régimen pluvial decrece, no es aventurado decir que tenemos por delante un semestre muy complicado desde el punto de vista fluvial, obviamente con gran impacto para la hidrovía y para el consumo de agua de las ciudades que se proveen de estas fuentes. No parece muy razonable esperar cambios significativos en los caudales de los ríos hasta muy avanzada la primavera.
Volviendo al inicio de la campaña triguera, podemos decir que con lluvias menores, gran parte de la franja central estará en condiciones de avanzar, salvando el área al cual ya le hemos dedicado un párrafo. El sudoeste bonaerense, que también siembra desde la segunda quincena de mayo, está bastante bien, aunque a medida que descendemos hacia el extremo sur de esta provincia, el escenario se presenta más que incierto, inviable. Deberían llegar si o si mejores lluvias para este sector durante el mes de mayo.
Esta semana está transcurriendo con un marcado cambio de ambiente, bastante más frío respecto de la cálida transición que se presentó de abril para mayo. Hoy mismo han aparecido las primeras heladas en el sur de la región pampeana. Es para destacar que no hubo heladas tempranas en el sur y lo cual evitó mayores pérdidas en los cultivares de soja de segunda. Este cambio ambiental instala condiciones más secas, las cuales pueden favorecer una modesta o nula oferta de agua durante los próximos diez días.