Entrevistado en el programa Claves del Campo (Radio Salta), Nicolás Karnoubi, flamante presidente de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera), se refirió al momento en el que le toca la responsabilidad de encabezar la institución. “Un poco causado por la pandemia y otro poco por los precios que tienen los commodities, es un momento, a nivel global, muy interesante, con desafíos muy grandes”, dijo, y agregó: “En Argentina hay muchos desafíos por delante, un montón de mercados para desarrollar y abrir; y a nivel interno, hay muchas cosas que queremos hacer a campo, con la genética, tenemos muchas cosas para seguir haciendo y profundizando las que se hicieron”.
Karnoubi señaló que el sector de las legumbres, en general, “tiene una especie de deuda pendiente, la que se debe a una combinación de factores por la que, en los últimos años, faltó un desarrollo genético adecuado”. En contraposición, otros países productores trabajaron en el desarrollo genético y cuentan con variedades resistentes a distintas enfermedades, lo que redunda en mayores rindes y calidad. “En la Cámara apoyamos y trabajamos en este sentido. En algunos casos como en el garbanzo, por ejemplo, se ha logrado un desarrollo genético muy importante en los últimos años, le faltan algunas cosas, pero es una legumbre que se desarrolló muchísimo recientemente”, dijo y reconoció que “el poroto, que es una de las principales legumbres en Salta, quedó como relegado en los resultados”.
Para el dirigente de la Clera, hay instituciones, como el INTA, que trabajan muy bien y tienen gente muy preparada y con experiencia, pero apunta que “falta la coordinación de los diferentes actores del negocio y, por otro lado, falta el financiamiento para lograr un programa de semillas sustentable en el tiempo.
Consumo interno
En los últimos años, la Clera viene trabajando, a través de distintas herramientas de comunicación, en incentivar el consumo interno de legumbres. Al respecto, Karnoubi ratifica esta línea de trabajo y la continuidad de acciones para alentar el consumo interno, como las donaciones de legumbres -por parte de los miembros de la Clera- a bancos de alimentos y comedores sociales; y capacitaciones sobre el uso culinario de las legumbres. “Es un proceso lento cambiar el hábito de una población que está acostumbrada a consumir proteína de origen animal. Es difícil convencerla que consuman proteína vegetal, es un proceso que no se puede dar tan rápido, es cultural”, dijo.
“De a poco, uno va haciendo el esfuerzo para que se entienda que la legumbre es una proteína con un montón de propiedades para el sistema cardiovascular, son bajas en grasas, son buenas para el colesterol, todas propiedades interesantes para tenerlas en cuenta. Así que vamos de a poco progresando en ese sentido y si uno ve los resultados, lentamente algo más va al mercado interno”, puntualizó el presidente de la Clera.
Mercados
Respecto de panorama internacional para las legumbres, Karnoubi destacó que en marzo del 2020 el mundo empezó a cerrar sus economías, con lo que el precio y la demanda de legumbres se incrementó fuertemente, lo que actualmente está estable en muy buenos niveles. “Los precios que hoy tienen las legumbres son atractivos. El poroto, las últimas semanas, ha caído un poco en los precios -entre un 10 y 15 %-, son precios que se pueden trabajar en la mercadería y creo que va a repuntar el mercado”, dijo.
Para los porotos colorados, Karnoubi destacó que tienen una perspectiva de precios muy buena, mercados muy firmes, con muy poca oferta, por lo que Argentina se encuentra prácticamente sola en el mercado. “Estamos hablando de precios de arriba de los 1300 dólares en términos generales. Eso es costo y flete a Europa, con lo cual son precios excelentes para trabajarlos. Si tenemos una buena cosecha nos va a ir muy bien”, afirmó.
Respecto del poroto negro, comentó que se sembró un poco más que el año pasado y que desde septiembre pasado tiene precios excelentes y permanentes. “Brasil va a volver a demandar poroto negro, porque lo necesitan, y el mercado se amplió muchísimo a otros países de Latinoamérica, obviamente, en mucho menor medida que Brasil, pero cada día se vende un poquito más y será otro mercado en el que habrá una demanda sostenida a lo largo de todo el 2021”, describió.
Sobre el alubia, el presidente de la Clera apuntó que bajó un poco el precio en las últimas semanas, entre 10 y 15 %. “Bajó, principalmente, por las perspectivas de cosecha en Argentina. Algunos jugadores del mercado entienden que nuestro país va a tener una gran cosecha, pero todavía no tenemos nada, ya sabemos cómo es el campo, faltan como mínimo 30 a 40 días para la cosecha. Desde mi punto de vista es un poco apresurado salir a ofrecer mercadería que considero barata, pero de todas maneras veo muy buena perspectiva”, explicó.
Finalmente, sobre el mungo dijo que se sembró bastante y que “podría ser el boom como lo fue en algún momento” y agregó que “han bajado un poco los valores, pero las perspectivas de la cosecha son buenas”; además consideró que es un negocio que en Argentina tiene potencialidad para crecer, porque se adapta muy bien a diferentes áreas. “Vendemos mucho mungo al sudeste asiático, a India y Pakistán. Son mercados complicados, pero a la vez muy interesante su cantidad de habitantes. La producción de mungo en Argentina se puede volver constante y creciente en los próximos años”, finalizó.
Fuente: AgroNOA