La cuarentena para enfrentar la pandemia es un lujo que pueden darse los países que tienen resto económico. Argentina es un país pobre a pesar de tener recursos naturales como la pampa húmeda y Vaca Muerta. Con 19 millones de pobres, 4,5 millones de indigentes, 2,2 millones de desocupados y el 60% de los chicos hasta 14 años por debajo de la línea de pobreza, no se ve mucho resto para enfrentar otra cuarentena aunque sea parcial.
El gobierno argentino ha abusado de la cuarentena como en su momento se abusó de la emisión monetaria. Tanto se emitió para estimular la economía que se terminó destruyendo la moneda, al punto que hoy emitir moneda para reactivar la economía tiene cero efecto, se traslada inmediatamente a la pérdida del poder adquisitivo de la moneda.
Gráfico 1
Ni siquiera España, que tiene un gobierno ideológicamente parecido al argentino, llegó a restringir tanto la actividad económica como el kirchnerismo. El gráfico 1 muestra el índice de restricción de actividades y comparando Argentina con España puede verse que Argentina siempre restringió más las actividades que España, aun en el verano argentino y el invierno español.
Este nuevo intento de restricción de actividades coincide con un dato que no es menor, los partidos del Gran Buenos Aires, donde está el fuerte del electorado del kirchnerismo, fueron los que recibieron el mayor impacto del IPC en marzo.
Gráfico 2
Argentina viene retrasada con las vacunas que es la principal forma de enfrentar la pandemia sin que impacte en el nivel de vida de la población como lo hace la cuarentena.
Argentina se encuentra en el puesto 54 de los países que vacunan, con el 14,08% de la población que recibió una sola dosis. España con una población similar a la Argentina tiene vacunada al 22% de su población con una sola dosis. Argentina vacunó a solo el 1,96% de la población con 2 dosis y España al 8,32%. Y bueno es destacar que España, teniendo un gobierno populista y de centro izquierda como acá, está vacunando con las vacunas de Pfizer, Moderna y Astra Zeneca. Ellos no tuvieron problemas para conseguir las de Pfizer.
Así como en 2020 dijeron que necesitaban 2 semanas para poner en orden en sistema sanitario con más camas de terapia intensiva, ahora argumentan que las vacunas no llegan porque el neoliberalismo no las vende y vacuna solo a los países desarrollados y además hay que poner más camas. Países como España, Italia o Chile están vacunando sin inconvenientes. Este último país, no es un país superdesarrollado y sin embargo, nuestro vecino, aplicó 14 millones de vacunas contra los 7 millones que se aplicaron aquí.
España, que tampoco es líder económico mundial, aplicó poco más de 14 millones de vacunas, el doble que Argentina. Es decir, claramente hay un problema de ineficacia en la vacunación y no que faltan vacunas porque somos un país no desarrollado.
Por otro lado, tuvieron casi un año para prevenir el problema de la segunda ola y tampoco tuvieron la capacidad de organizar el sistema de salud para tener la suficiente cantidad de camas de terapia intensiva.
Esta segunda ola, si es enfrentada con lo único que sabe hacer el gobierno que es prohibir trabajar, cuando no se encarga Moyano de estorbar a los que producen, encuentra a la economía argentina en una situación de recesión sin haber recuperado le nivel de actividad pre cuarentena.
Gráfico 3
El gráfico 3 muestra que el índice desestacionalizado del Estimador Mensual de Actividad Económica, se ubicó en febrero por debajo de febrero de 2020, el mes anterior a la cuarentena. Es decir, poner nuevas restricciones a la actividad económica ahora, implica un golpe durísimo al empleo y al salario real.
La gente vive del ingreso que consigue voluntariamente de su actividad. Los funcionarios públicos viven del ingreso compulsivo que obtienen vía impuestos. La mayoría de los políticos desconoce qué significa trabajar en el sector privado. La mayoría de ellos vivieron toda su vida laboral de un puesto público. El que no empezó como asesor en el Congreso de algún bloque partidario lo hizo como empleado en alguna repartición estatal. Luego pasan por intendencias, congresos provinciales, nacionales, reparticiones públicas de todos los niveles, etc. Ellos no conocen lo que es lidiar con proveedores, la AFIP o los sindicatos, su vida pasa por las mesas de café rosqueando para conseguir puestos públicos financiados con los impuestos de los contribuyentes. Por eso les resulta tan fácil hablar de cuarentenas y restricciones a la actividad económica. Ellos viven de lo que producen otros o de la maquinita de imprimir billetes que maneja el estado y mientras tanto, en el peor de los casos, rosquean por zoom.
La realidad es que entre noviembre de 2019 y enero de 2021 los salarios del sector privado aumentaron el 42%, mientras que el rubro alimentos del IPC creció el 51% y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) el 57%. Por su parte la Canasta Básica Total, que marca la línea de pobreza, aumentó el 50% hasta enero. Pero atención que si tomamos el aumento de la CBA hasta marzo, el incremento durante la presidencia de Alberto Fernández llega al 70% y la CBA el 62%.
Estos datos muestran lo delicado de la situación económica y social como para hablar tan livianamente de cerrar la actividad económica. En todo caso puede haber una mezcla bastante explosiva con ingredientes de crisis económica, social y sanitaria por ineficacia del gobierno para obtener las vacunas necesarias de manera tal de no tener que cerrar una economía que está agonizando. Los tres problemas, económico, social y sanitarios son responsabilidad del gobierno y eso no se resuelve con nuevas cuarentenas. En todo caso la cuarentena agravará la situación económica y social sin resolver la crisis sanitaria.
Fuente: Economía para Todos