En esta época del año es cuando se implantan los diferentes cultivos de
servicio invernales y la especie o mezcla de especies que podemos elegir difiere
según el cultivo de cosecha gruesa que pensamos sembrar la próxima primavera.
Las opciones de coberturas más utilizadas como antecesor de un cultivo de
soja son centeno, avena, triticale, trigo o cebada. Es clave tener una
implantación rápida y temprana (mejor centeno corto) para que el cultivo alcance
antesis lo antes posible generando una gran acumulación de materia seca y
dejando tiempo suficiente para que las lluvias de principios de primavera
recarguen el perfil para la Soja.
Si el antecesor de la cobertura es un maíz, para no retrasar la siembra de la cobertura, podemos volearla con máquinas adaptadas para eso (ej. Altina), o sembrar con avión cuando el maíz alcanzó la madurez fisiología. Luego cuando el maíz este para cosechar, el cultivo de servicio contará con un desarrollo considerable. El éxito de esta implantación depende de las lluvias de principios de otoño. En caso de lograrse un buen stand de plantas, habremos logrado sembrar la cobertura casi 40 días antes de la cosecha del maíz.
Cuando el cultivo antecesor de la cobertura, que vamos a mandar a Soja, sea
una Soja de primera o de segunda, lo habitual es esperar a cosechar la misma e
implantar con sembradora de fina la cobertura, ya que las siembras al voleo
antes de la cosecha de soja no suelen ser buenas, ya que dependen de la
ocurrencia de lluvias oportunas y además pueden complicar la cosecha en caso de
atrasarse, si la cobertura alcanzó un buen desarrollo para esa época.
En EEUU, existen prototipos de sembradoras al voleo que se acoplan a los
cabezales de cosechadora de Soja o Maíz que permiten sembrar la cobertura al
mismo momento que cosechamos el cultivo de gruesa. Con una sola entrada al lote
estaríamos cosechando y sembrando a la vez.
Cuando el cultivo de gruesa que pensamos sembrar es Maíz, las gramíneas de
cobertura como antecesor no son las más recomendadas ya que le inmovilizan mucho
nitrógeno al Maíz durante un periodo muy importante que es el arranque del
cultivo. Esto se debe a la alta relación Carbono / Nitrógeno (C:N) de las
gramíneas. Dicha relación está directamente relacionada con la tasa de
descomposición de la cobertura y de la disponibilidad futura de sus nutrientes
luego de que los microorganismos descomponen los rastrojos. Cuanto mayor es la
relación C:N más tiempo tardan los microorganismos del suelo en poner los
nutrientes disponibles para el cultivo siguiente. Lo ideal en estos casos es
sembrar coberturas con una relación C:N bien baja para que pueda descomponerse
lo más rápido posible y así liberar nutrientes al Maíz.
La vicia villosa pura o consociada con unos pocos kilos de centeno funciona muy bien ya que si la dejamos llegar a florecer (fines de octubre) nos puede llegar a aportar más de 100 kgs de N por hectárea. En ese caso tendremos que ir a Maiz de fecha tardía o Maiz demorado. Se está trabajando con variedades de vicia más cortas que nos permitan acumular buena cantidad de nitrógeno y sembrar maiz temprano. Existen también cultivares de trébol rojo cortos que pueden cumplir también el mismo objetivo.
Antes de la siembra del cultivo de cosecha gruesa, el cultivo de servicio puede ser eliminado con una aplicación de herbicidas o con una rolada en un momento preciso para que no rebrote. El objetivo de utilizar el rolo es disminuir el uso de herbicidas en la rotación. Si al rolar logramos una capa gruesa de cobertura en la parte superficial del suelo vamos a estar impidiendo o al menos dificultando la germinación de malezas.
También existe lo que se llama siembra en verde. Esto consiste en sembrar el
cultivo de gruesa cuando la cobertura que la antecede esta todavía viva (luego
se rolea o pulveriza para matarla). El gran riesgo de esta práctica es la
recarga del perfil en zonas donde las lluvias de primavera son más erráticas.
En empresas que cuentan con ganadería y las instalaciones necesarias se
pueden optar por pastorear 1 o 2 veces los cultivos de servicio sin alterar
mucho la acumulación de materia seca y generando un retorno económico rápido vía
carne.
Un tema a destacar es la imposibilidad económica de incorporar cultivos de cobertura a las rotaciones en campos alquilados cuyos contratos se renuevan anualmente (la gran mayoría).El costo total de los cultivos de cobertura es del orden de 60/80 U$A/Ha dependiendo del caso y ello limita el resultado económico de corto plazo de una rotación agrícola. Al ser, el cultivo de cobertura una práctica que obtiene sus resultados favorables a mediano y largo plazo, por la mejora de la Materia Orgánica del suelo y de las constantes hídricas (mayor infiltración, menor escurrimiento superficial, menor evaporación del agua del suelo etc.), los planteos de arrendamientos de plazos largos si contemplan la posibilidad de incluir esta práctica.
Por Francisco Oliverio, Asesor de la FPC
Fuente: Producir Conservando.org