El famoso USDA se vino con todo. Y para qué vamos a dar vueltas. Nos sorprendió. Muchísimo.
El reporte del lunes 31 de marzo fue increíblemente alcista. Tanto la soja como el maíz subieron en Chicago todo lo permitido subir en una rueda.
Justo cuando la Argentina está en el inicio de la cosecha. Dios…¿es argentino?
Respecto a la soja, la proyección de siembras 2021/2022, por parte del USDA, cayó como un rayo sobre los mercados. Estimó una superficie de 35,45 millones de hectáreas. Se trata de 1 millón de hectáreas menos de lo que se estimaba.
De la lectura del reporte surge que la situación de stocks sigue estrecha. Aunque las existencias sean mayores a las estimadas antes de su aparición, los precios subieron pues siguen siendo bajas en términos históricos.
Se estimaba un nivel de stocks de 41,7 millones de toneladas de soja. Y finalmente, el USDA ha calculado 42,5 millones de toneladas.
Esta estimación del USDA marca cerca de 30% menos del nivel del año pasado para esta fecha. Este no es un dato menor ya que significa un sostén de mediano plazo para los precios, al menos hasta que la cosecha de EE.UU. irrumpa en el mercado.
En consecuencia los fondos de inversión se tiraron a la pileta. Y así empujaron los precios a la suba.
Por las compras de los grandes fondos de inversión, en su acción intempestiva, el mercado de Chicago logró esta acentuada mejora de los precios.
Algo similar sucede con el maíz.
¿Por qué? Pues bien, los datos recientes avalan ello.
36,88 millones de hectáreas es el área estimada por el USDA para el maíz. Es decir por debajo de 37,72 millones previstos en promedio por el mercado
La publicación trimestral del USDA habla de un nivel stocks existencias de 195,6 millones de toneladas. Claramente, por debajo de las estimaciones del mercado.
Así el cuadro en Chicago, el mercado local propuso por soja, mercadería contractual, USD 328. Y el precio ofrecido por maíz disponible llegó a U$S 200.
Después de leer el reporte del USDA, uno se pregunta sobre la seriedad del mismo. Demasiada acentuada es la sorpresa por las estimaciones, que hasta el día anterior habrían sido descabelladas.
Pero es así. El USDA en gran parte es formador de precios. Al menos en un breve plazo.
Ahora el protagonismo queda en manos del clima en el Corn Belt de EE.UU.
Veremos si estas subas responden a informaciones algo sesgadas o a factores de fondo. Por nuestra parte, mantenemos dudas sobre la posibilidad de alzas sostenidas en el tiempo. Un factor de alerta es la fiebre porcina en China. Y hay más.
Queda ello para otra oportunidad. Mientras tanto, habrá que decidir si es momento para aprovechar esta suba. O, no.