Justo para la soja
Las lluvias que sorprendieron con su volumen al este y sur bonaerense durante los primeros días del año, han logrado una mejor frecuencia en gran parte del país y si bien los milimetrajes no alcanzan los niveles adecuados como para recomponer todo el atraso pluvial, aparecen mejoras que tienden a sostenerse. Por lo pronto es temprano para decir que se avecina un cambio de patrón pluvial, pero el resultado de esta seguidilla de eventos pluviales, no deja de ser muy oportuno para la soja, sobre todo para aquellas más tempranas que ingresan en floración en breve.
Las lluvias que generó el avance del último frente, han dejado registros muy interesantes para gran parte de LP, oeste de BA, sur y centro oeste de SF, oeste de ER, sur de CB. En menor medida recibieron lluvias el este entrerriano, noreste de BA y centro de CB. También se observaron buenas precipitaciones en el sudoeste chaqueño y el este de Santiago, aun cuando las mismas no queden bien representadas en el mapa.
Si vemos el acumulado pluvial desde comienzos de enero, a todo el sur bonaerense, se le ha sumado buena parte del centro norte de LP, SL y el sudeste de CB, con una performance pluvial muy satisfactoria. En un amplio sector del área mencionada, los acumulados de lo que va de enero ya cubren las marcas mensuales, fuera de los máximos, donde los valores estadísticos mensuales ya han sido superados holgadamente.
Si se observan uno o dos eventos más en esta última década del mes, los acumulados se irán perfilando favorablemente para alcanzar al menos los valores normales de enero. Si se valida esto, la zona núcleo habrá logrado interrumpir el comportamiento deficitario luego de un largo período, sobre todo luego de un bimestre nov-dic muy seco, donde el fenómeno La Niña potenció la escasez pluvial que se arrastró durante casi todo el 2020.
La mejora en la frecuencia de eventos pluviales puede ser clave para lo que resta de enero. Agronómicamente, se sabe, es mejor que el volumen de precipitaciones se distribuya a lo largo del mes, en lugar de concentrase en eventos intensos y puntuales. Aun cuando estas lluvias no corrijan a pleno las deficiencias de humedad en los perfiles, las sementeras de soja tendrán una provisión de agua que las auxilie durante la floración. Estas circunstancias de reservas ajustadas se corrigen con mayor eficiencia con una seguidilla de eventos moderados, antes que con pocos intensos.
Como sea, el panorama ha comenzado a cambiar, mientras los pronósticos mantengan precipitaciones cada siete a lo sumo diez días, aun con reservas algo comprometidas, los cultivares de soja tendrán una buena oportunidad para dar respuesta durante la floración y aspirar con mejores chances a rendimientos normales.
El efecto Niña comienza a reducir su efecto nocivo sobre las precipitaciones a medida que avanza el verano. Las lluvias mejoradas de esta primera parte del año, no son una evidencia irreductible de esta conclusión que tiene orígenes estadísticos, pero es un indicio a tener en cuenta. Este indicio, se suma a las buenas condiciones de circulación que se vienen observando y que mantiene el despliegue de aire húmedo sobre la región pampeana. No es posible asegurar que no retornemos a un período seco de un par de semanas a gran escala, pero a juzgar por lo que se viene observando, la tendencia pluvial parece mejorada respecto del bimestre pasado y esto llega en el momento justo para el desarrollo de la soja.