El acceso al financiamiento fue fundamental para todas las empresas a lo largo de 2020 debido al impacto que tuvo la pandemia en la actividad económica. Si bien el Gobierno nacional facilitó líneas de crédito subsidiadas, el mercado también cubrió buena parte de las necesidades financieras de las compañías, al proveer $168.250 millones durante todo el año, un monto 59% superior al volumen negociado en 2019 entre cheques, pagarés y facturas de crédito electrónicas. Los datos pertenecen al Mercado Argentino de Valores (MAV), que también revelaron que el financiamiento en dólares aumentó, en ese caso del 8% interanual, y representó u$s 2385 millones.
“Desglosado por instrumentos, los Cheques de Pago Diferido cierran el año con un total de $160.476 millones en financiación para las empresas argentinas”, informó MAV en un comunicado y resaltó que “este monto implica un crecimiento del 66% respecto del volumen total de 2019 y un 311% sobre 2018”.
El incremento, explicaron los especialistas, se debe principalmente a una mayor utilización de los e-cheq, que tuvieron un protagonismo estelar el año pasado porque la operación física de los cheques se dificultó por la pandemia. De hecho, fuentes de la Comisión Nacional de Valores le dijeron a Ámbito que la implementación de este instrumento estuvo entre uno de los trabajos a los que el organismo le destinó atención durante 2020. Desde marzo, se negociaron $65.894 millones entre 65.894 cheques electrónicos. Esto representa alrededor del 72% de las operaciones de negociación de cheques en general.
Los niveles de tasas de interés que las empresas consiguieron en el mercado registraron una fuerte desaceleración en el primer trimestre, pero sufrieron una recuperación a medida que el Banco Central inició el proceso de “armonización”. En el caso de los cheques avalados, el segmento más representativo, tocó un piso de 16,9% de tasa en abril y, a partir de ese momento, subió de manera sostenida mes a mes hasta toca un pico del año en noviembre, cuando llegó al 40,7%. Esta aceleración se debió, sobre todo, al impacto que tuvo la fuerte suba de la cotización del dólar en los primeros 20 días de octubre, movimiento que llevó al Banco Central a retocar 4 veces los rendimientos de los pases al pasar de 19% a 31%.
“Con el estallido de la pandemia y las primeras medidas de contención sanitaria, impulsadas por el gobierno, las tasas experimentaron una abrupta caída en pos de permitir a las pymes mantener niveles de liquidez y evitar por todos los medios un ruptura en la cadena de pagos”, le dijeron a Ámbito desde MAV sobre el motivo de la descompresión en los primeros meses de 2020.
El cierre de 2020, explicaron desde MAV, “concluyó con tasas que presentan un spread sobre Badlar un tanto superior al promedio evidenciado durante el año”. “Sin embargo, el mes de diciembre muestra una reversión en la evolución de las tasas, presentándose nuevamente a la baja y comprimiendo spread sobre Badlar”, resaltaron.
Los adelantos a cuenta corriente, otro de los instrumentos más utilizados por las empresas para financiarse, tuvieron a lo largo de 2020 una reducción de alrededor de 20 puntos en los niveles de tasas. Mientras que los primeros días de enero una compañía debía pagar 54,82% por utilizar este instrumento, la última tasa de 2020 disponible en la serie del BCRA fue 34,2%.
Según un relevamiento de CAME realizado en agosto, seis de cada 10 empresas tuvieron que recurrir al endeudamiento debido al impacto de la pandemia en sus ingresos. En promedio, los créditos que solicitaron representaron el 28% de la facturación de 2019. De las empresas que se endeudaron, el 40,4% lo hizo aprovechando las tasas preferenciales de las distintas líneas de crédito dispuestas por el Gobierno y alrededor de un 15,5% lo hizo a tasas de mercado. ¿Cuál es la perspectiva financiera para las empresas endeudadas? Un 46% de ellas respondió a la entidad empresaria que no podrán cumplir con los compromisos en el tiempo y la forma acordados.
Fuente: Rosario Finanzas