Las ecuaciones de los tambos en general en Argentina cerraron 2020 con números en rojo y se enfrentan a un horizonte de pocas luces. Así se desprende del último trabajo realizado por el Observatorio de la Cadena Láctea (Ocla) en donde se repasó lo que sucede en la relación siempre tensa entre costos e ingresos de los productores de leche. Allí se observa que la diferencia entre el precio percibido y el precio de equilibrio es de $5,39 y US$0,068 por litro de leche (un 20% menos).
“Cuando el precio comienza a superar al costo de producción, se genera ingreso al capital positivo y por ende rentabilidad. La decisión de evaluar otra alternativa como destino del capital, surge de comparar la tasa de rentabilidad de la producción de leche y la tasa de la inversión alternativa”, explica.
Luego detalla que la tasa de rentabilidad resultó de -1,7%. Al ponderar entre las diez regiones por estrato fue de -2,5%, -1,5% y -1,3% para el tambo chico, mediano y grande, respectivamente.
Aclara el estudio que el costo de producción se vincula en diferentes proporciones con tres componentes: leche (mano de obra de ordeño y alquileres), inflación (para algunos bienes y servicios no transables en el exterior) y variación en el dólar (semillas, agroquímicos, suplementación, etc.).
La rentabilidad fue 0,5 puntos porcentuales inferior en noviembre respecto al mes anterior y -4,4 con respecto a noviembre de 2019.
Precio de equilibrio
“Si al costo de producción le incorporamos una rentabilidad exigida al capital promedio operado del 5% anual, obtenemos el precio de equilibrio (precio necesario para pagar todos los costos en efectivo, mantener el capital y retribuirlo con esa tasa asignada)”, explica el Ocla.
Y agrega: “Si suponemos una tasa de rentabilidad exigida al capital del 5%, se debería generar un ingreso neto por hectárea que dividido por los 7.950 litros de leche de productividad promedio, deberían generar un valor de costo de oportunidad al capital promedio operado de $ 3,90 por litro de leche”. Por lo tanto, el precio de equilibrio sería en este supuesto de $ 25,86 el litro ($ 21,96 de costo total más $ 3,90 de rentabilidad al capital), unos US$ 0,324/litro.
Y allí recuerda que el precio percibido en 5 meses del año pasado (marzo a julio de 2019) era superior no sólo al costo de producción sino que cubría el costo de oportunidad exigido sobre el capital promedio operado, luego el precio a pesar de generar rentabilidad positiva, ésta fue inferior al 5% y ya en los últimos meses el precio percibido promedio no logra cubrir tampoco el costos de producción promedio.
Cuando se analiza cada región y cada estrato pueden observarse diferentes realidades referidas a los niveles de productividad y eficiencia, y aunque tamaño no es sinónimo de eficiencia, los tambos de los estratos más grandes son los que generalmente presentan menores costos, mejores precios y mayores tasas de rentabilidad, remarcó el informe.
En Córdoba
En el caso de las tres zonas de Córdoba se presentan realidades algo diferente, aunque todas con rentabilidades negativas: en los tambos de la zona de Villa María hay -según Ocla- un costo de producción de $21,76, lo que implica un resultado económico de -1,6%; para la región sur el costo de producción es de $21,95 y la rentabilidad negativa del 1,3%; y finalmente para el noreste provincial, hay un costo de producción de $21,77 y un resultado negativo más pronunciado de 2,1%.
Al cruzar la información por tamaño, se observa que el mejor escenario en noviembre lo tuvo un tambo mediano de Villa María con una rentabilidad de -0,8%.
Fuente: Portal Lechero