Del mismo modo, ha ocurrido con la agricultura, tanto a nivel personal como de campo y en nuestros cultivos. El introducir tecnología para lograr mayor eficiencia en la producción es un hecho y los podemos ver en las grandes compañías que han preferido este medio para destacar por sobre el resto.
Ahora bien, el agua como elemento esencial en el crecimiento de una planta suena como algo obvio. Sin embargo, el poder introducir tecnología a través de ella suena algo distinto y un poco atrevido, pero es real.
Si consideramos que los electrones que mantienen unida toda la materia se mueven y dichos movimientos crean vibraciones. En cualquier estructura, estas vibraciones se combinan para formar una frecuencia compuesta, la cual se conoce como su frecuencia natural. Tales frecuencias entre átomos pueden ser identificadas con la ayuda de tecnologías tales como la espectroscopía infrarroja.
Las frecuencias naturales de los enlaces vibratorios entre los átomos de una
planta pueden afectar la química y la salud de la misma. Se teoriza además que
las condiciones ambientales adversas pueden alterar las frecuencias normales de
una planta y afectar negativamente su salud. Finalmente, existe la teoría de
que, al exponer las plantas a las frecuencias ideales naturales para ciertas
funciones, las moléculas de las plantas se armonizarán con las frecuencias
vibratorias normales e ideales, mejorando así la salud de la planta.
En esta idea se basa la nueva tecnologia Crop Booster, utilizando el agua de regadío de una explotación agrícola, como medio de transporte para las frecuencias ideales que necesita la planta para su óptimo funcionamiento.
Debido a la naturaleza polar del agua (una ligera carga positiva en un lado y una ligera carga negativa en el otro), mostró ser muy eficiente para dicha función.
Todo objeto cargado en movimiento crea un campo magnético.
Cuando los microtransmisores de Crop Booster se montan en la tubería de metal de un sistema de riego, el pequeño campo magnético creado por el flujo de agua extrae pasivamente la información almacenada en los microtransmisores y la lleva a las plantas.
De la misma manera que un equipo de sonido utiliza una pequeña corriente eléctrica para transportar frecuencias específicas a los altavoces, el agua actúa como una onda portadora para llevarles a las plantas la información almacenada en los microtransmisores.
Es como Organiko Latam, a través Crop Booster ha podido introducir a través de tecnología estas ideas científicas en los cultivos agrícolas, sin necesidad de interrumpir el ciclo normal de ellos y logrando una optimización y una mejor captación de nutrientes lo que se traduce en mayores kilos y plantas más sanas.
La tecnología Crop Booster ya se encuentra instalada en muchos países de Suramérica demostrando resultados impresionantes, desde aumento de la producción, optimización de grados Brix, hasta optimización del consumo de agua.
Por Fernando Huerta, CEO Organiko Latam
Fuente: Portal Fruticola