Frente a esta situación, le pide al gobierno nacional que implemente las mesas de diálogo o las instancias necesarias para destrabar este conflicto que continúa irresuelto y perjudica, cada día que pasa, al sector y a la Nación.
Los principales afectados por esta medida gremial somos los productores agropecuarios, que estamos en plena cosecha de trigo y de cebada, gran parte de la cual se destina a la exportación, a través de los puertos que hoy se encuentran cerrados.
De persistir la medida de fuerza, terminará impactando aún más sobre las exportaciones de productos emblemáticos para nuestro país hacia mercados del exterior e importantes destinos comerciales, disminuyendo el ingreso de divisas, afectando la reactivación y el empleo, y mancillando la reputación de nuestra Nación como proveedora y socia comercial confiable, en favor de nuestros competidores más cercanos.
La Argentina no se puede dar el lujo de generar lucros cesantes y pagar costos de oportunidad a causa de un conflicto que, a siete días de iniciado, debería estar resuelto. Y esto no puede suceder en momentos en que necesita ser más competitiva que nunca para recuperarse de la prolongada crisis económica, agravada aún más por la pandemia.
Instamos a las partes y al Estado Nacional a que puedan encontrar una solución inmediata al conflicto, con el propósito de no seguir perjudicando a la economía nacional y al pueblo argentino en su conjunto.