El pasado 26 de noviembre se relevaron 35 trabajadores que conformaban distintas cuadrillas que realizaban tareas de desmonte en el campo, contratadas por Carlos Ernesto Mansilla, quien no se encontraba inscripto en AFIP.
Trabajando en el lugar se detectó la presencia de un niño de 14 años acompañado por su padre, otro niño de 15 años que se encontraba junto a su hermano, y tres adolescentes de 17 años.
“Hay que subrayar la importancia que tiene la fiscalización del trabajo,
porque nos permite detectar a trabajadores víctimas de explotación laboral y
rápidamente iniciar las acciones correspondientes ante la justicia. Esas
acciones se realizan junto a otros organismos estatales y a través de un trabajo
articulado permiten avanzar en la restitución de los derechos de los
trabajadores”, afirmó el Director del RENATRE, José Voytenco.
Los trabajadores permanecían hacinados en varias carpas montadas con palos o postes y lonas de plástico donde habitaban grupos de entre cinco y seis trabajadores en cada una. Contaban con situaciones habitacionales precarias, algunos dormían sobre colchones en el suelo y otros no contaban con colchones para dormir. Tampoco disponían de energía eléctrica, cocina, heladera, instalaciones sanitarias, ni acceso al agua potable con las condiciones necesarias de higiene.
“El trabajo de fiscalización es fundamental para asegurar el cumplimiento de los derechos de las trabajadoras y trabajadores rurales, basándonos en los derechos humanos fundamentales”, afirmó la Directora del RENATRE, Carolina Llanos.
Ninguno de los trabajadores rurales se encontraba registrado en los
organismos de la seguridad social. Los trabajadores que conformaban las
cuadrillas declararon que les pagaban aproximadamente entre 500 y 600 pesos por
trabajador por hectárea desmontada. Además, les descontaban del salario los
gastos de comida, de traslado, los elementos de higiene y hasta el hielo para la
refrigeración de alimentos.
“Una vez más, lamentablemente, detectamos trabajadores en situaciones donde se ven claramente vulnerados todos sus derechos. La fiscalización permite evidenciar, registrar y denunciar a lo que son sometidos los trabajadores rurales, como en este caso. Nuestro compromiso es colaborar en la lucha contra la explotación laboral, el trabajo infantil y el trabajo precarizado”, señaló el Delegado del RENATRE en Santiago del Estero, Walter Palumbo.
Habiéndose detectado una presunta situación de explotación laboral se realizó la denuncia a la línea 145, dando además intervención a PROTEX. La denuncia quedó judicializada por Gendarmería Nacional ante la Fiscalía n°2 de Santiago del Estero.
A su vez, la Fiscalía dispuso el allanamiento del establecimiento con el objetivo de proceder al rescate de las personas víctimas de explotación y al secuestro de elementos relacionados con la investigación relativa a la presuncion de trata de personas con fines de explotacion laboral (en infracción a la ley 26.364 de prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas).
El allanamiento fue llevado adelante por personal de Gendarmería Nacional y participaron la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia de Santiago del Estero, el Delegado de RENATRE de Santiago del Estero; Walter Palumbo, con el acompañamiento y colaboración de la delegación UATRE de Santiago del Estero, para brindar la asistencia necesaria y ayudar a que los trabajadores puedan volver a sus hogares. Con posterioridad se logró un acuerdo con el empleador, el cual abonó los salarios adeudados.
Ante cualquier denuncia por malas condiciones de trabajo, trabajo infantil y/o explotación laboral, el RENATRE cuenta con la página www.renatre.org.ar o la línea gratuita 0800-777-7366, donde podrán ser atendidos en forma anónima por profesionales capacitados en la materia.