El enorme trabajo que viene realizando el Banco de Alimentos de Jujuy,
acrecentado en esta pandemia, nos lo cuenta Cintia Vacaflores: ella es una de
las fundadoras del BdA y fue gracias a que “quería devolverle a la sociedad de
alguna manera el apoyo que recibió por su carrera de contadora en la universidad
pública en UNJu”.
El contexto en la provincia de Jujuy es difícil, las oportunidades para
quienes menos tienen son escasas, la geografía es diversa y la accesibilidad a
los alimentos en algunas zonas es sumamente complicada. A pesar de las
complejidades que sumó el contexto de la pandemia, este año el BdA logró
sostener su operación y lograr impactos muy positivos a partir de situaciones
concretas de apoyo y red.
El trabajo de muchos voluntarios, como en casi la totalidad de los BDA del país,
se vio totalmente frenado por la situación de ASPO, y al ser ellos/ellas el
sostén de la cadena solidaria del trabajo de los Bancos, los rescates, las
clasificaciones y la entregas se volvieron complicados, sin embargo, en Jujuy,
se dieron situaciones inéditas: un circo que estaba haciendo gira en la
provincia se vio obligada a detener su actividad y sus integrantes se vieron
imposibilitados de trabajar, tomaron conocimiento del trabajo del BdA y pronto
ellos se sumaron como beneficiarios del rescate de frutas y verduras del Mercado
Alte. Brown.
Cintia piensa que “Por más chiquito que uno imagine el esfuerzo es grande al
final” y claro que sí, gracias a las diversas campañas y apoyos de empresas y
Organizaciones internacionales, como al esfuerzo propio del BDA, Jujuy accedió a
la compra de una camioneta de cabina simple que facilita muchísimo las entregas
de alimentos. Es a través de grupos de whatsapp que Cintia, junto al resto de
los colaboradores, se comunican con los voluntarios en la Feria (donde tienen un
puesto fijo) toman nota de los rescates disponibles y así generan el circuito de
entrega en diversos lugares como: Palpalá, San Pedro, Puna, Ledesma, Quebrada y
Perico.
También conversamos sobre la importancia de generar capacitaciones y talleres
para referentas de comedores, merenderos, escuelas y otros espacios, como los
Talleres de cocina de legumbres que realizaron en 2019 con una concurrencia muy
alta, donde las cocineras aprendieron de la manos de dos reconocidos chefs
provinciales muchas recetas para cocinar con alimentos no tan fáciles o poco
conocidos y así aprovechar los altos valores nutricionales de porotos o soja
texturizada en platos tradicionales como ¡unas ricas empanadas!
El deseo del BdA de Jujuy es generar más conciencia en la sociedad jujeña, y
evitar que grandes cadenas de supermercados y mayoristas, así como productores
rurales opten por tirar los alimentos (por tiempo, por desconocimiento, por
falta de información) y que puedan generarse mayores cadenas solidarias para de
esta manera evitar mayores pérdidas y desperdicios de alimentos.
El equipo del BDA no quiere bajar los brazos, ellos creen firmemente en que con
muy poco hacen mucho, y es por eso que día a día pone su corazón y su cabeza
para estar al frente del BdA, también anhela en un futuro cercano
profesionalizar la gestión, aumentar sus donantes y llegar a más gente de su
provincia. No nos caben dudas de que Cintia junto con el equipo que la acompaña
van a alcanzar los desafíos que se han planteado..
De la bella Jujuy, nos trasladamos a la bella Ciudad de Mar del Plata, charlamos con Martín Travesino, presidente del Banco de Alimentos de la ciudad. Martin llegó al Banco de Mar del Plata hace 12 años, movilizado por las causas sociales: él cree que la gran fortaleza del BDA es su capacidad para potenciar el entramado socio-productivo de la ciudad (cinturón hortícola de la zona) con el gran protagonista: el mar y sus recursos alimenticios; así llegar con alimentos a los sectores más vulnerables de la ciudad. Para esto el BdA cuenta con un equipo comprometido, muchos voluntarios y el apoyo de las Universidades locales e Instituciones para el desarrollo de nuevos proyectos.
También cree que aún queda mucho por hacer en temas de logística y poder
mostrarse fuertes en la Ciudad; este año Mar del Plata trabajó en un proyecto de
rebranding que los convirtió en el Banco de Alimentos Mar del Plata, dejando de
lado su primer nombre “Manos Solidarias” y en ese proceso se replantearon, su
esencia, sus puntos fuertes, y trabajaron con sus iconos.
La pandemia los obligó a re-pensar el trabajo del BdA (y su importancia) y
actuar en forma rápida para adecuar procesos. También aceleró la alianza con los
Bancos vecinos de Balcarce y de Tandil, con los que se creó un Centro Hortícola
Solidario, en la zona de Sierra de los Padres, para el rescate de Frutas y
Verduras de la zona, entre otros proyectos. Martin nos cuenta que los efectos
son muy positivos: la alianza, como eje potenciador, el ensamble con Balcarce
aporta una mirada sumamente solidaria y de apoyo a los demás BDA. En este mismo
proyecto también participan: Universidad Nacional de MDP, INTA, entre otros;
este proyecto marca una unión interdisciplinaria, en red, donde cada
protagonista busca un fin particular, pero sin embargo, remarca Martin: para que
funcione todos deben trabajar para una transformación en conjunto: seguir
encontrando caminos para que cada vez más personas accedan a una alimentación
adecuada.
Martin cierra la entrevista diciendo: “La crisis que estamos viviendo se presentó como una oportunidad para buscar formas alternativas de rescate de alimentos para entregar cada vez más comida a quienes lo necesitan”
Romina Romero Fausti es ingeniera industrial y llegó al Banco de Alimentos de
Córdoba como Directora ejecutiva hace algunos meses...estaba en Escocia
realizando un máster cuando la pandemia llegó a la Argentina y por eso decidió
volver a casa. Romina ya conocía el BDA, el año pasado había sido parte, como
asesora externa en determinados proyectos que llevaron adelante. Le pregunté qué
había notado diferente, más allá del contexto Covid, y me dijo que “antes de la
pandemia había muchos alimentos que ingresaban al BDA y muchos voluntarios
clasificando, fraccionando” sin embargo cuando llegó hace algunos meses notó una
baja de alimentos, muy pocos voluntarios, ya que la actividad de voluntariado se
restringió a pequeños grupos, pero principalmente notó un cambio de paradigma en
cuanto a la relación con las empresas donantes, con las que adoptaron una
estrategia de escucha y trabajo en equipo para pensar junto con ellas cómo
llegar a más alimentos.
“Antes era poder ser eficientes en la recepción de los alimentos en el BDA, hoy queremos colaborar con las empresas siendo eficientes en la búsqueda de esos alimentos que no queremos que se descarten y así poder rescatarlos y entregarlos” nos cuenta Romina.
Este año desarrollaron la campaña Córdoba acá estamos entre los meses de
abril y agosto, que le permitió poder realizar altas de emergencia: es decir,
poder responder a las Organizaciones, grupos, que llamaban solicitando
alimentos. En marzo el BDA atendió a 320 organizaciones y hoy ya llega a 422, el
BDA recibe en promedio 5 llamados diarios de nuevas organizaciones pidiendo
contención.
El Banco de Alimentos de Córdoba ahora está trabajando en la colecta de leche de
manera virtual. El año pasado lograron recolectar más de 36.000 litros de leche
en las escuelas, de boca en boca y con mucha perseverancia. Este año, el desafío
es difícil, ya que la virtualidad es más compleja, sin embargo vienen trabajando
con mucha dedicación a través de una landing page y con una campaña potente en
RRSS, saben lo importante que es poder juntar litros de leche para niños y niñas
de la provincia.-
Fue un enorme placer conocer a Romina y charlar con ella un rato, escucharla
fresca y con muchas ganas de apoyar el trabajo del banco “Cree fuertemente que
la Pandemia nos obliga a volver fuertemente a nuestra raíces y a la esencia del
modelo y re-preguntarnos fuertemente para qué estamos acá”
Agradecemos enormemente el tiempo a Cintia, Martin y Romina, a seguir trabajando en equipo y por un acceso a la alimentación de todas las personas en la República Argentina. #HayEquipo #SomosBancosDeAlimentos.