A un mes de la Resolución N 41/20 de la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía
y Desarrollo Regional del Ministerio de Agricultura de la Nación que aprobó en
forma condicional el trigo transgénico en el país, la Federación de Acopiadores
envió cartas documento a los funcionarios Marcelo Alos (secretario de Alimentos,
Bioeconomía y Desarrollo Regional), Javier Preciado Patiño (subsecretario de
Mercados Agropecuarios) y Joaquín Manuel Serrano (presidente del Instituto
Nacional de Semillas), todos pertenecientes al Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca de la Nación, a Bioceres Semillas y al Instituto
Biotecnológico de Rosario (INDEAR) responsabilizándolos por los alcances de la
acción llevada a cabo. En tanto, la entidad del acopio acudirá a la justicia
para impugnar la Resolución.
Al titular de la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional
de la Nación que conduce Marcelo E. Alos, firmante de la resolución que aprueba
de forma condicional la liberación del trigo transgénico, la entidad lo
responsabiliza por todos los perjuicios que esta decisión provocaría sobre el
mercado nacional e internacional de trigo convencional, productos y subproductos
derivados. Además, alertan nuevamente -como comercializadores de trigos
convencionales- que se producirá una contaminación nociva que incidirá
perjudicialmente los intereses económicos y generales del país. A su vez,
mencionan que es "desproporcionada" la superficie sembrada con este evento, que
alcanza las 6.200 hectáreas. "Estamos ante la inminente cosecha de esa
producción y la contaminación sería fatal", advierten en la carta documento
desde la Federación de Acopiadores.
"Se ha liberado sin fundamentos técnicos adecuados y eficaces un evento que
va en contra de lo requerido por los consumidores internos y externos de trigo y
harinas, que exigen productos libres de transgénicos. Así lo demuestra la
desaprobación clara de los principales compradores nucleados en Abitrigo de
Brasil, quienes informaron que no solo no comprarán esa producción transgénica
sino que tampoco adquirirán más trigo argentino", sostienen en las misivas
enviadas.
También la Federación de Acopiadores intima en los documentos a que "en forma
inmediata y sin más trámite" revoque y deje sin efecto la liberación, teniendo
en claro que podrá ser denunciado tanto de forma civil como penal -según
corresponda- por hacer caso omiso a los detalles de la Resolución 763/11. Dicha
Resolución dice que "INDEAR debe abstenerse de producir y comercializar" ese
evento. Aunque en la realidad, este Instituto motorizó un convenio con Aapresid
que implica una comercialización llana del producto a pesar de no estar
aprobado.
Al presidente del INASE, Joaquín Serrano, los acopiadores solicitaron
mediante carta documento que exponga los fundamentos técnicos y científicos que
han sido evaluados para autorizar esa superficie sembrada con el evento OGM,
también las inspecciones para verificar las condiciones de bioseguridad en cada
lote sembrado, el aislamiento, confinamiento, segregación y logística para
evitar la contaminación con semillas de trigos convencionales, junto con el
detalle de qué medidas y controles implementó para evitar la potencial deriva
génica con trigo no GM y daños contaminantes en el mercado interno y externo de
trigo. "Es importante que describa cómo actuará el Estado para destruir el total
de esas 6.200 hectáreas producidas con estas semillas, de forma de asegurar que
no ingresen en el circuito comercial como exigió Abitrigo", indican.
Javier Preciado Patiño, titular de la Subsecretaría de Mercados
Agropecuarios, es otro de los destinatarios de las cartas documento. En este
caso, se le solicita ponga a disposición el detalle de los análisis técnicos y
comerciales nacionales e internacionales que fundaron la aprobación condicional
del trigo, que exponga quiénes han sido los especialistas del mercado triguero
consultados y cuáles fueron sus argumentos para liberar el primer trigo
transgénico del mundo.
Por último, y sumado a las demandas judiciales que buscan la marcha atrás en
la aprobación que aún depende de Brasil, el acopio envió cartas documento a
Bioceres Semillas e INDEAR para reiterar de forma oficial su rechazo y advertir
que "se los responsabiliza preventivamente, tanto en sede civil como
eventualmente penal, por los daños y perjuicios irreversibles e irreparables que
producirán insertando esa variedad de trigo genéticamente modificado que ya está
en poder de los productores, acción con la que violan el deber obligatorio
-expresado en el Art. 16 de la Constitución Nacional y los Art. 1.710 y 1716 y
Conc. del Código Civil y Comercial de la Nación- de no dañar, ya que actúan a
sabiendas del rechazo público de los mercados compradores".
"Advertimos legalmente, en nuestro carácter de acopios comercializadores, que ante ese posible daño en los mercados, nos veremos obligados a promover acciones en su contra y formular reserva por futuras denuncias ante las conductas impulsoras con este evento", concluyen desde la Federación de Acopiadores, y advierten que las cartas documento fueron la única alternativa ante la negativa de las autoridades a recibir a los integrantes de la cadena (productores, acopiadores, molineros y exportadores) que buscaban exponer sus argumentos en rechazo a la aprobación del primer trigo transgénico.