La vitivinicultura uruguaya logró georeferenciar la totalidad de sus viñedos en el marco de un proceso inédito y avanza en la trazabilidad de la uva, “desde la planta a la botella, lo que significará un valor agregado y diferenciación de los vinos”, remarcó el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Ricardo Cabrera. El trabajo se viene realizando conjuntamente con el Instituto de Infraestructura de Datos Espaciales (IDE).
En el marco de una conferencia de prensa de puesta a punto del sector, Cabrera enumeró diversos proyectos que se avecinan entre los que se encuentran la reconversión vitivinícola con el fin de producir variedades que apunten al mercado internacional sin desatender al consumidor local.
Dijo que se exportaron a fines de octubre 5.560.000 litros, cuando el año pasado se llegó a 5.320.000 litros en todo el año. “Hay una tendencia creciente y el valor de las exportaciones es interesante”, remarcó el presidente del Inavi. Según su visión, la vitivinicultura uruguaya “es un sector dinámico, en crecimiento, positivo y donde se trabaja en la familia”, por lo que se comprometió a “seguir abriendo nuevos mercados”.
Como principales destinos para las exportaciones destacó a Brasil y Estados Unidos, pero Cabrera remarcó que “se atienden otros 48 mercados como si fueran los mejores. Todos los mercados se atienden de la misma manera. Trabajando cada vez más en ese sentido se lograron mejores precios”.
No pasó por alto que hay que resolver el problema de los altos aranceles, pero aclaró que este aspecto está contemplado en el país país impulsado por el gobierno. “Estamos orgullosos de los vinos nacionales porque siguen abriendo mercados”, destacó el presidente de Inavi.
Proyecto. El jerarca destacó como otro punto significativo el proyecto Inavi, la Universidad del Trabajo del Uruguay y la Escuela de Vitivinicultura, a través del cual se plantarán tres hectáreas de viñedos.
“Se pretende resituar a la escuela nuevamente como un centro de referencia y de consulta, tanto para productores como para bodegueros, como cuando yo estudié”, dijo el presidente de Inavi. Además destacó la importancia del Enoturismo lo que muestra una reconversión de las bodegas en las modalidades de trabajo.
Durante la conferencia, el jerarca estuvo acompañado por el titular de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte, así como por el director de Inavi, Carlos Frick.
El ministro Uriarte, destacó la importancia de la producción vitivinícola familiar como factor de afincamiento en el medio rural.
En ese sentido, el jerarca de gobierno recordó que el sector afecta en forma directa e indirecta a 30 mil trabajadores y exporta a 50 países.
Pese a la situación sanitaria el sector mostró una tendencia creciente de las exportaciones y tuvo un 13% de aumento en el consumo interno durante el 2020. Las autoridades concordaron en que la apuesta es continuar desarrollando la industria vitivinícola y el comercio internacional. El Inavi comienza a construir este año su sede propia, buscando un gran ahorro y mejor servicio.