La sentencia salió ayer de diferentes estudios de análisis económico, cuando se cumple hoy una semana del súper cepo recargado que aplicó el Banco Central, sospechado además de ser una medida a contramano de lo que quería Martín Guzmán, lo cual le agrega un poco más de incertidumbre a la realidad argentina.
Este gran vórtice de confusión local se está dando, además, en un momento mundial también complicado, con rebrotes del coronavirus en diferentes países (incluso europeos), que deben dar pasos atrás en las aperturas de las cuarentenas. Y con eso, el otoño llegó al hemisferio norte con alta preocupación, y la primavera no llegó en verde al hemisferio sur, sino en rojo, con un lunes que a media rueda iba a ser ciertamente negro, pero que en la última media hora de negocios recuperó algo y al final las cosas no fueron tan oscuras.
El día de alta volatilidad fue provocado, esencialmente por consecuencias del Covid-19, pero se agregó además otro elementos que trabó un poco más los negocios. Por un lado, se conoció una nueva complicación en la vacuna Oxford y, por otra parte, hubo denuncia de una Asociación Global de Periodistas, que hicieron denuncias muy serias sobre dinero ilegal en bancos norteamericanos y europeos, lo cual afectó seriamente la cotización de varias entidades.
Ambas cosas, vacunas y dinero ilegal, motorizaron una gran incertidumbre, por lo que las bolsas llegaron a caer 4% en algún momento, luego repuntaron, pero la permanente demora en las vacunas sigue poniendo el futuro en nebulosa y todas las materias primas, sin excepción, entraron en una corrección, luego de tres semanas con cotizaciones muy firmes.
Y en Argentina, que es un país con poco respaldo, los cimbronazos del exterior terminan convirtiéndose en temblores importantes en la plaza interna. Ayer el Gobierno, enredado con los bancos, siguió trabando el mercado cambiario, por lo que hubo un virtual feriado en el sector, ya que hubo muy pocas operaciones pero, de todos modos, los seis dólares del Alberto volvieron a subir, con un salto para el contado con liquidación, hasta un nuevo récord histórico.
Es tan complicada la situación local que el economista Fernando Marengo, del
Estudio de Ricardo Arriazu, explicó que “estamos peor que antes, porque el súper
cepo no arregló el problema fiscal y complicó más la confianza. La Argentina
tiene un problema fiscal y de confianza. Y el cepo no arregla lo fiscal, y
profundiza aún más la desconfianza, lo cual termina empeorando las cosas”.
El retardo de las vacunas pone en gran incertidumbre al futuro de la actividad económica y eso hace que casi todas las economías sientan el impacto. Por eso ayer, a contramano de lo que estuvo sucediendo en las últimas semanas, el dólar subió en el exterior contra todas las monedas: avanzó 1,5% en Chile, mejoró 1,1% contra el yen, 1% en México, 0,9% contra la libra, 0,6% contra el euro y tuvo un alza del 0,5% en Brasil.
Y en Argentina, con la Anses y los bancos buscándole salida a la forma de vender dólar ahorro, se repitió la cuarta rueda consecutiva con virtual feriado cambiario. Con pocas operaciones, el dólar turista subió 20 centavos hasta $131,52, el oficial sube 12 centavos hasta $79,71, el blue subió $1 hasta $141. Y, lo peor del caso es que el Banco Central perdió nada menos que US$ 185 millones en las reservas que quedaron en US$ 42.248 millones. Y ese dinero perdido no alcanzó para que el dólar MEP subieron otros $1,72 hasta $131,69. Y el contado con liquidación saltó $3,24 hasta $140,39, acercándose mucho al dólar blue, lo cual anticipa dificultades serias en los próximos días. Con esto, la brecha entre el dólar oficial y el blue subió al 76,9% y la del CCL y el mayorista saltó hasta el 85,7%. Y, debido a los cambios externos, medidas en pesos, la libra bajó 54 centavos hasta 96,78, el euro bajó 28 centavos hasta 88,91 y el real cedió 3 centavos hasta 13,95.
La notable incertidumbre hizo además que se desplomaran los bonos y las acciones de Argentina, por lo que el riesgo país subió otros 80 puntos, hasta 1.338 puntos básicos.
Y a eso se suma que las empresas que salen del país se van porque se desprenden de los mercados menos atractivos, donde no pueden obtener ganancias.
Y los tenedores de bonos nuevos se convencen que el país no tendrá las cuentas en orden para 2025, cuando se acumulan nuevamente muchos vencimientos, por lo que ayer vendieron más papeles, los bonos cayeron otro 3%, y el riesgo país siguió subiendo. Y los bonos nuevos, que de entrada tuvieron una tasa a vencimiento del 10%, ya están prometiendo un 14%, por lo que vuelve a considerarse impagable la deuda argentina, a apenas dos semanas de ser reestructurada.
El súper cepo, además, traba por completo las importaciones, y eso está
empezando a afectar los precios y la actividad interna, por lo que la inflación
de septiembre terminará ubicándose cerca del 3% mensual y las tasas de interés
siguen estacionadas en el mismo lugar: las Leliq pagan 38% anual (45% ef.) y los
plazos fijos 33% (38% ef.).
La postergación de las vacunas golpearon duro a las bolsas europeas, y la Bolsa de Nueva York llegó a perder más de 3%, pero al final fue repuntando, con gran rotación de carteras y al cierre los índices terminaron con una baja inferior al 2%, con pérdidas inferiores en las bolsas latinoamericanas.
Pero las commodities, en bloque, perdieron fuerte. Hubo bajas de hasta el 3% para el petróleo y los granos. Con debilidades del 2% para los metales. Y una estocada para las criptomonedas, panel donde hubo desplomes de hasta el 12%.
Por supuesto, la Bolsa porteña no fue una excepción. Con una importante baja en el volumen negociado, el índice Merval terminó con un descenso algo inferior al 2%, con muchísima volatilidad en los papeles. Y con una estocada contundente en los ADR que cotizan en Nueva York, con YPF llegando a perder casi 8% en dólares.
Pasan los días, el Covid-19 sigue haciendo mucho daño en nuestro medio. Y los políticos parecen embretados en una lucha de poder para ver quién gana o retrocede de cara a las próximas elecciones.
Fuente: El Economista