Se ubica, de esta manera, bastante por detrás de la inflación, que para los
primeros ocho meses del año se estima más cercana al 18%.
Tal como informó el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), pese al crecimiento de las exportaciones y al consumo estable, y hasta en alza de algunos productos lácteos en el mercado interno, el deterioro del sector primario no se detiene.
De hecho, la caída en el poder de compra medido en moneda constante resulta evidente. Cayó 11% comparado a agosto de 2019.
Tomando como referencia el dólar, el precio pagado al productor se ubicó en el último mes en US$ 0,25 por litro, un 12,8% menos que en agosto de 2019 (cuando alcanzaba US$ 0,29).
Vale recordar que en la actividad se considera a los 30 centavos de dólar, como el punto de equilibrio para no perder dinero.
La crítica situación la puso en evidencia días atrás la Cámara de Productores
Lecheros de Córdoba (Caprolec) y la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (Meprolsafe),
principales cuencas del país, que reclamaron de manera conjunta que la industria
eleve de "manera urgente” el precio que les paga por el litro de leche cruda.
Lo mismo expresaron desde la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste (Buenos Aires). “Los valores que cobra el productor hoy no cubren los costos y desde nuestras entidades se lo hicimos conocer al Director de Lechería de la Nación. La mayoría de nuestros insumos están dolarizados y esto agrava la situación”, subrayaron las entidades.
En el lapso de los últimos 12 meses, donde la inflación se estima cercana a 40%, el precio al productor apenas se recompuso un 21,3%, según los datos que arroja el SIGLeA (Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina).
Balance lácteo
En contraste a los valores, los números en cuanto a volumen sí parecen más positivos. Tanto el consumo estable, pese a la pandemia, y el alza de las exportaciones permitieron "no generar mayores excedentes de sobre oferta en el mercado interno o la necesidad de constituir stocks", destaca el OCLA.
Tomando los primeros 7 meses del año, el consumo per cápita trepa a 104,6 litros de leche, un 1,5% más que durante el mismo período del año pasado (anualizado crece a 184,2 litros/hab./año).
Claro que la demanda se posa principalmente sobre los productos más básicos (leches no refrigeradas, quesos blandos y yogures de litro), y no tanto en productos de mayor valor agregado, en franca caída en los últimos meses (yogures, postres, quesos procesados, leches saborizadas, quesos duros, entre otros).
El OCLA además remarca que las ventas se dan en un contexto de "precios cuidados y precios máximos".
Por el lado de las exportaciones, se percibe un fuerte aumento (+42,6%), fundamentalmente en leche en polvo entera (+102% en la comparación interanual), con precios que en los últimos meses oscilaron entre US$ 3.000 y 2.800 la tonelada.
En total, se exportaron 1330 millones de litros de leche, un 22,3% sobre el total de la producción.
Fuente: A24