Como hemos dicho en varias oportunidades, la confianza y la previsibilidad
son condiciones necesarias para la inversión, son la llave para la creación de
empleo y la recuperación económica que requiere nuestro país, y más aún en este
contexto particularmente difícil, agravado, además, por la pandemia y la
consecuente crisis sanitaria.
Las medidas publicadas en el Boletín Oficial crean nuevas limitaciones que
terminaran afectando los precios que reciben los productores agropecuarios,
producciones regionales y pymes de todo el país, sumando nuevos riesgos a la
operatoria, al limitar la posibilidad de poder contar con el financiamiento
adecuado que se requieren para concretar las operaciones de comercio exterior, a
través de la prefinanciación de exportaciones.
También alertamos sobre los aumentos de precios de los principales insumos
estratégicos, a causa de los mayores costos asociados con las medidas que
impulsa a los importadores a reestructurar las deudas comerciales con sus
proveedores, a partir de la restricción en el acceso al dólar oficial para que
las empresas puedan pagar sus deudas comerciales.
La experiencia histórica nos demuestra que, cada vez que existieron
restricciones cambiarias a las importaciones, como las que se anunciaron en
estos días, los precios de los insumos estratégicos aumentaron en dólares.
Impulsándonos a tener que pagar dichos insumos más caros que los productores de
otros países, perdiendo competitividad en un momento en el que contexto
internacional será notablemente más competitivo y restrictivo.
Paradójicamente, las medidas adoptadas por el BCRA, sumadas a las desafortunadas declaraciones públicas de sus funcionarios y las señales emitidas en las últimas horas, lejos de generar un clima favorable a la inversión y la confianza, solo producen más incertidumbre y preocupación a los productores que están iniciando la siembra de la cosecha gruesa con grandes restricciones en el movimiento, muy condicionada por la volatilidad de los mercados y alta incertidumbre en materia climática.