Las posibilidades de que se restrinjan las lluvias en los próximos meses
enciende una alarma entre los productores. Pero el fenómeno no solo impacta en
la productividad de los cultivos sino también en el manejo de los
fitosanitarios. Una probable escasez hídrica hace que algo tan valorado como la
residualidad de los herbicidas se convierta en un problema.
El desafío es evitar el carryover, que en agricultura se refiere al riesgo
que representa para los cultivos futuros que los herbicidas aplicados persistan
por más tiempo en el suelo, generando daños imprevistos.
El tema fue abordado recientemente en una reunión convocada por RAVIT (Red
Agropecuaria de Vigilancia Tecnológica) con el apoyo de UPL Argentina, como
parte del trabajo colaborativo que vienen desarrollando junto a un importante
grupo de productores en 2 millones de hectáreas del norte de Córdoba.
Jorgelina Montoya, de INTA Anguil, fue la especialista convocada para
dimensionar el problema y ofrecer recomendaciones. "Un pronóstico de déficit
hídrico, como tenemos actualmente, suele ser un factor bastante concluyente para
los fenómenos de carryover, ya que promueve que los herbicidas queden retenidos
en el suelo y no puedan degradarse en el tiempo. De esta manera se pueden
desarrollar efectos negativos que compliquen a los cultivos subsiguientes",
señaló.
Montoya, con base en la provincia de La Pampa, sostuvo que allí los suelos
son de tipo arenosos y poseen un registro de precipitaciones propio de zonas
semiáridas. "Estas son condiciones que propician los episodios de carryover",
dijo y destacó que se dan condiciones similares en el oeste de la provincia de
Buenos Aires, San Luis y sur de Córdoba.
La interacción del clima con las propiedades físico-químicas y biológicas del
suelo (textura, materia orgánica, pH, población microbiana) termina jugando un
papel fundamental en el surgimiento del problema. "Los terrenos más arenosos y
con menor cantidad de materia orgánica son los más propicios. Si a estas
condiciones le agregamos precipitaciones erráticas, la actividad microbiana se
ve resentida y esto termina afectando a la degradación de los herbicidas en el
suelo", confirmó la especialista.
Pero la residualidad no solo se evalúa a través del tiempo de persistencia de
los herbicidas, sino también por el efecto que esos herbicidas puedan llegar a
tener en cultivos que tienen distinta sensibilidad. Montoya recomendó entonces
realizar una planificación estratégica en la rotación de cultivos que implique
necesariamente una rotación de herbicidas. "Si se utilizan los mismos modos de
acción en estos escenarios de déficit hídrico, podemos crear un efecto de
acumulación que desencadene en una fuerte expresión de fitotoxicidad en el
cultivo siguiente", completó. Para ello se debe tener un conocimiento técnico
profundo sobre las características de cada producto: desde su clasificación
toxicológica, hasta el período de carencia o el nivel de dosis adecuado. "Esto
nos va a permitir conocer los efectos adversos que pueden llegar a ocurrir",
dijo y destacó que "no se utilizan las mismas dosis en La Pampa, en el norte de
Córdoba o Santa Fe".
Uno de los datos que preocupa a los productores en la provincia de Córdoba es
que para combatir al Amaranthus, la maleza más emblemática de la región, se
realizan aplicaciones post emergentes en el cultivo de soja que pueden ocasionar
efectos de carryover, afectando al cultivo de trigo.
Montoya recomendó la incorporación de cultivos de servicio a los planteos
productivos. "Tienen un montón de propiedades beneficiosas, como secuestro de
carbono, dinámica hídrica y control de malezas con menos herbicidas. Pero además
permiten aumentar la actividad microbiana y favorecen la degradación de los
compuestos que puedan quedar en el suelo. Un suelo más vivo es un suelo con
menos probabilidades de carryover", sentenció.
Para la especialista de Anguil no hay que tomar el carryover como un hecho aislado, sino tratar de integrar su manejo dentro de todo el planteo agrícola para poder así disminuir el riesgo e incrementar la productividad. "Siempre va a haber un escenario del tipo económico que define muchas cuestiones y del cual es difícil desacoplarse por completo. Pero debemos también buscar una mirada amplia e integral del sistema. En ese sentido yo soy optimista y creo que estamos en un proceso de cambio donde se están logrando muchos avances", finalizó.