El mes de julio ha sido el segundo julio más caluroso en todo el planeta desde que se tiene registros, de acuerdo a la información brindada por el National Center for Environmental Information (NOAA) de EE.UU.
Y lo más importante, según este organismo el hemisferio norte ha sufrido el julio más caliente superando el récord del 2019.
El gráfico que sigue (NOAA) revela las probabilidades de lluvias para los próximos días. Es válido desde el 24 al 31 de agosto.
Está claro que la situación es muy preocupante, sobre todo en el Estado de Iowa. Aunque es evidente que todo el corn belt está amenazado.
Y no sólo lo es para el maíz, también, para la soja de EE.UU.
En el informe reciente del USDA, advertimos que el stock final estimado para la actual campaña en el mundo, respecto a las oleaginosas, se reduce.
Tal baja sería más la consecuencia de la reducción en la producción mundial.
Pero el calor y las tormentas de viento que azotan la mejor región agrícola de EE.UU. ponen serias dudas de que el informe del 12 de agosto pasado del USDA sea real. Los operadores esperan una visible baja en las estimaciones del USDA para septiembre.
Así el cuadro, los futuros de soja continúan con ganancias. ¿Cuál es la razón central?
El mercado climático juega a favor de los precios.
Por las preocupaciones sobre los daños sufridos por parte de los cultivos a causa de las tormentas de viento y de la sequía en el Mid-West, los precios siguen este recorrido a la suba.
Los contratos de maíz ajustan con subas, luego de los recientes relevamientos de daños en los cultivos estadounidenses.
En el mercado Matba – ROFEX, el contrato de Soja Sept´20 opera a U$S 249.
Y en el mercado local, los precios ofrecidos son así: por soja, disponible U$S 240, y U$S 244 Noviembre y por maíz, U$S 142 disponible, y U$S 147 Noviembre.
La tendencia a la suba en los precios viene de la mano de la incertidumbre sobre el futuro inmediato en razón de las reducidas reservas hídricas en el “corn belt”.
El índice de humedad de los suelos es uno de los más reducidos de los últimos
años. Y para colmo, como dijimos antes, lo los pronósticos de precipitaciones no
son alentadores. Tampoco, las elevadas temperaturas.
Finalmente, queda el tema del petróleo. Su precio sigue muy firme y ello impacta a favor de la oleaginosa. Además lo hace también sobre el aceite. O mejor dicho, impacta primero en el aceite y este efecto es trasladado a los porotos de soja, que son el insumo básico.