Esta situación ha llevado a que los silos de almacenamiento de las plantas se encuentren al máximo de su capacidad. Sin posibilidades de procesamiento o con capacidad operativa reducida, se producirá inexorablemente un deterioro de la calidad de la materia prima, que restringirá sus destinos industriales alternativos, y podría llegar incluso a decomisarse.
El escenario descripto torna inviable la tarea de recolección de leche en los tambos, ya que en muchos casos los camiones ya están llenos y detenidos al borde de las rutas esperando poder, en algún momento, ingresar a las plantas a descargar.
Dado que las medidas de fuerza incluyen a los centros de distribución, el otro punto crítico se encuentra en la logística de productos terminados que no han podido ser preparados en el día de ayer y no podrán ser abastecidos hacia los centros de consumo durante las primeras horas de hoy miércoles.
Como lógica consecuencia, es de esperar entonces faltantes de leches y productos lácteos en las góndolas de varios puntos del país.
Ante este panorama tan complejo, las industrias nucleadas en el CIL vuelven a hacer un llamado a todos los actores involucrados, para que prime la cordura y el diálogo, y en un contexto tan particular como el actual, no se perjudique ni a los productores primarios que nos proveen la materia prima, ni a la población que consume estos productos esenciales.
Fuente: Centro de la Industria Lechera