Ubicado a 2.400 metros sobre el nivel del mar en la localidad de Malargüe, provincia de Mendoza, el nuevo centro de esquí alpino El Azufre, denominado así por el nombre del valle en donde se sitúa, será una de las principales atracciones turísticas de Los Andes Mendocinos, y uno de los centros más importantes de América Latina, desarrollado por la empresa El Azufre S.A, y funcionará 100% con energías renovables.
Un aporte a la sustentabilidad
"Uno de los pilares del proyecto es la preservación del medio ambiente para lo cual estamos desarrollando un Eje Científico dedicado exclusivamente a asegurar la óptima sustentabilidad del proyecto. Para ello hemos realizado distintos estudios del material del suelo, caudales de ríos, mediciones de vientos y actividad volcánica, los cuales estamos analizando con distintos consultores externos, de gran trayectoria en cada especialidad, para la implementación de energías renovables tales como fotovoltaica, hídrica, eólica y geotérmica", explicó Daniel Nofal, Socio Fundador del proyecto, y agregó: "también tenemos previsto el uso de materiales del lugar para los edificios, los cuales se realizarán en fábrica y se instalarán en el terreno, evitando por completo los sistemas tradicionales de construcción para lograr el mínimo el impacto en el entorno".
El complejo puede llegar a tener nieve hasta 5 meses al año y tendrá hasta 240 km de pistas al finalizar el proyecto, objetivo previsto para 2024. A su vez, en sus más de 13 mil hectáreas se contemplará la construcción del centro de esquí con los medios de elevación, hoteles, restaurantes y comercios. Además, el proyecto tiene como fin preservar el lugar para las generaciones futuras, manteniendo el ecosistema de la alta montaña cuidado.
Potencia para la nieve
Una de las protagonistas del proyecto sustentable, ubicado en los tramos finales de la Ruta 226, es la retroexcavadora 580N. Según el socio fundador del proyecto, la máquina fue elegida por ser un "equipo polivalente que puede realizar varias tareas de soporte a equipos más grandes y es de gran ayuda para mantener abiertos los caminos de acceso al lugar. Además, es una máquina de manejo simple".
La línea de retroexcavadoras de la marca es sinónimo de tradición e innovación, combinando fuerza, tecnología y un excelente desempeño para largas jornadas de trabajo. Estas máquinas, diseñadas para entregar resultados eficientes, se destacan por su alta productividad, comodidad, simplicidad en las operaciones, bajo consumo y facilidad de mantenimiento. A su vez, su cómoda cabina mantiene a los operadores más productivos y confortables gracias a las ventanas ubicadas del piso al techo y de la iluminación externa de 360 grados, que proporciona una visibilidad superior.
"En estos tiempos difíciles para el mercado de la construcción, nos sentimos orgullosos de poder aportar la fuerza y potencia de nuestras máquinas en un proyecto tan grande y que tendrá tanta repercusión en todo Latinoamérica", afirmó Mario Rizzi, Gerente Comercial de la marca para Mercosur.
Un compromiso para el futuro
Comprometida con el desarrollo de productos cada vez más sustentables, la marca presentó en 2019 el primer prototipo de cargadora de ruedas propulsada por metano. El proyecto, denominado Tetra, refleja la creciente importancia de los combustibles alternativos y demuestra su viabilidad en equipos de construcción, así como la idoneidad de crear y utilizar el combustible generado a partir de productos de desecho y fuentes de energía renovables.