Hemos visto un cambio muy radical entre fines de 2019 y principios de 2020 en cuanto a los niveles de digitalización resultado del avance de la pandemia que nos obligó a buscar soluciones y servicios con el menor contacto humano posible.
Un ejemplo claro son los restaurantes, que antes solo manejaban una aplicación de delivery y de golpe tuvieron que armar toda una plataforma para poder manejar su clientela a la distancia. Lo mismo se vio en el área de retail, el gran crecimiento del ecommerce y la banca.
Yo diría que en este momento estamos en un 70% de digitalización forzada por las razones ya conocidas por todos. El problema de esto es que abre muchas puertas al hackeo de la información. El caso más altisonante que tuvimos en días pasados fue el de Twitter.
Hay varias maneras de mitigar este problema. La más recomendada es el uso de múltiples factores de autenticación, lo cual es crítico para todos los usuarios. Una forma simple de evitar ser hackeado a nivel de nuestro correo es tener varios correos y dividir la información en ellos, teniendo cada uno un password diferente, que para ser de mayor seguridad podría utilizarse una frase o varias palabras seguidas, por ejemplo: cafélechechocolate. Todos los passwords deberían rotarse entre tres meses y un año de acuerdo a la importancia de la información a preservar.
Hoy en día el mejor sistema es el de doble autenticación: un password y tu huella dactilar o el reconocimiento facial. La banca es la que más está usando este sistema.
El gobierno de Panamá, para poder ayudar a los ciudadanos en este momento de crisis, está entregando a las familias bolsones de alimentos más un “vale digital”. En el documento de la persona le cargan 80 dólares, por lo cual su cédula se transforma casi en una tarjeta de débito para ser utilizada en los supermercados. En definitiva podríamos decir que actúa como una wallet.
Fuente: Tynmagazine