Los ataques a los silobolsas que se están viendo en Argentina y en particular en Santa Fe y en la Pampa Húmeda; no son más que una manifestación extrema del profundo sentimiento de rechazo hacia el sector agropecuario que tiene buena parte de la política en nuestro país y muy especialmente una parte del actual gobierno.
Estos salvajes, estos vándalos, que como diría alguien se están “tiroteando sus propios pies” porque en realidad, están destruyendo una gran fuente de riqueza, la más importante que tiene la Argentina. Una manifestación extrema de una actitud anti campo que tiene buena parte de la política; por supuesto basadas en fundamentos, en principios erróneos.
Esos 230.000 productores agropecuarios que hay en la Argentina, se podría decir, “la última trinchera contra el autoritarismo”, demostrado en diversas ocasiones. Es el sector que está más dispuesto a defender la propiedad privada, a defender la libertad económica, ya visto en el año 2008, pero en otras ocasiones, pero también ahora mismo con algunas reacciones que hubo con relación a algunos intentos estatizantes del actual gobierno que encabeza Alberto Fernández.
El sector agropecuario, el campo argentino, no solamente es la parte más eficiente, más productiva sino también el sector que ha defendido con más ahínco esos principios que hicieron a la grandeza de la Argentina y que deberían volver a ser la grandeza de nuestro país.
Fuente: ON24