Desde 2012 la Alianza Mundial por el Suelo (AMS) nuclea socios de todos los continentes, de entidades, organismos, públicos y privados con el objetivo de promover la gestión sostenible de los suelos, la necesidad de prevenir y detener la degradación de la tierra, y recuperar ecosistemas degradados a través del buen uso de los recursos naturales.

En tal sentido, la FAO y su Alianza Mundial por el Suelo establecieron Recsoil: Recarbonización de los suelos mundiales, iniciativa para encaminar el programa de carbono orgánico en la tierra, utilizando las mejores herramientas y tecnologías disponibles.

El protocolo para Recsoil fue desarrollado por la consultora argentina Carbon Group Agro-Climatic Solutions (www.carbongroup.com.ar), integrado por un equipo de expertos en ciencias de los suelos, clima, agroindustria, finanzas y leyes internacionales, agronomía, gestión ambiental y cambio climático. El sistema aprobado con el apoyo de todos los países y socios que integran la AMS, impulsa el secuestro de carbono en los suelos a partir de un adecuado reporte, monitoreo y verificación.

Además, se presenta como una certificación necesaria ante instituciones financieras globales para poder canalizar financiamiento a una producción más sostenible que garantice la seguridad alimentaria mundial aún ante eventos disruptivos.

Su diseño se basa en el conocimiento más avanzado en ciencias del suelo, cadenas de valor de agronegocios, financiamiento, desarrollo económico, cambio climático y mercados financieros y de carbono.

Proceso de mejora

“Este es uno de los pasos más importantes para que la humanidad pueda eludir la catástrofe climática que vienen pronosticando científicos de todo el mundo”, asegura la doctora Carmen Virasoro, directora de Carbon Group.

Por su parte, el ingeniero agrónomo Guillermo Peralta, también director de la consultora sostiene: “Contar con un protocolo que se pueda adaptar a las realidades de los productores y sus cultivos en cada ambiente del mundo, era algo indispensable para comenzar este proceso de mejora de los suelos que implica la descarbonización de la atmósfera y el incremento del carbono en los suelos”.

Los suelos recarbonizados pueden ser una solución frente a los retos del clima, ya que es esencial contar con suelos sanos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la resiliencia frente al cambio climático manteniendo o aumentando su contenido de carbono.

En este sentido, el doctor John Cole, director de Carbon Group, explica que “a partir de esta aprobación -realizada por el principal ente mundial para el cuidado y mejora de los suelos- se iniciará el camino que permitirá a los sectores productivos ser más resilientes frente al cambio climático al tiempo que realizan una gran contribución ambiental”.

Miguel Taboada, director del Instituto de Suelos del INTA y presentador del documento final ante la Asamblea de la Alianza Mundial por el Suelo, comenta que “el protocolo reúne el conocimiento de los principales científicos de suelos, agricultura y cambio climático del mundo. Con esta aprobación se inicia una nueva etapa con la que soñamos quienes dedicamos toda la vida al estudio y conocimiento de los suelos”.

Por último, Martín Fraguío otro de los elaboradores del protocolo y director de Carbon Group, manifiesta que “la captura de carbono en los suelos productivos es esencial para mejorar la calidad de vida de millones de personas en el mundo, desde las zonas más aisladas hasta los grandes centros urbanos. Este protocolo puede ser una plataforma para la recuperación económica de la crisis actual y para evitar la siguiente”.

Fuente: AgroNoa