En este marco, el representante de Fertilizar AC presentó una serie de mapas realizados en conjunto con el INTA donde se ve la alta pérdida de materia orgánica (MO) entre 2011 y 2018; así como el menor contenido de fósforo (P) en toda la Región Pampeana y también la situación “crítica” del potasio (K) y zinc (Zn). “Nos hemos tomado demasiadas licencias en el manejo de la fertilidad química de los suelos. Y eso se ve claramente en estos mapas. Los manejos actuales han dejado huellas y no fue inocuo. Si bien ya es sabida la situación crítica de la MO y del P en esta región, han comenzado a aparecer evidencias que encienden algún nivel de alarma con el K. Incluso hoy el productor tiene que asumir que en algunas regiones debe aplicar 80 kilos de este fertilizante”.
Asimismo, destacó que en la actualidad contamos con herramientas técnicas para frenar el deterioro del suelo, entre ellas la siembra directa, la rotación con gramíneas y los cultivos de cobertura, que mejoran el balance de C y la estabilidad de los suelos; a los que debemos sumar la reposición de nutrientes, que genera rendimiento y estabiliza el nivel de los nutrientes como el fósforo. “Debemos estar atentos y manejar adecuadamente estas herramientas para lograr un sistema altamente productivo y sustentable. No es sencillo, pero es totalmente posible”.
Para relevar la situación de los suelos a nivel nacional, Fertilizar AC desarrolló una red de ensayos en todo el país, en los cuales se midió la situación actual y la potencialidad de los suelos al aplicar diferentes estrategias de fertilización.
“Usando dosis adecuadas de fertilizantes, basadas en análisis de suelo, con objetivos claros de rendimientos y balanceando los nutrientes como N, P, S (azufre) y Zn, vemos una oportunidad de mejora de 4 millones de toneladas en trigo, 9 millones de toneladas de maíz y 8 millones de toneladas de soja. Si bien este cálculo es una extrapolación directa, estamos en condiciones de afirmar que a nivel país hay una oportunidad de producir más de 20 millones de toneladas simplemente corrigiendo las dosis de nutrientes de estos 3 cultivos”. Bassi destacó que también se lograría mejorar la calidad de los granos cosechados y el balance de carbono y de fósforo de los suelos.
Por el lado económico, y a nivel país, aseguró que simplemente teniendo en
cuenta estos 3 cultivos “por cada dólar de fertilizante que aplicamos, estamos
generando 3,9 dólares en grano cosechado”.
Proyecto de ley de mejora de suelos
Con estos antecedentes, Fertilizar AC, junto a otras entidades del sector como AACREA, AAPRESID, CIAFA, FADIA, Fundación Vida Silvestre y Asesores de Diputados, participó de la elaboración de un proyecto de ley cuyo objetivo es la preservación y mejora de la fertilidad de los suelos agrícolas. La herramienta es una Desgravación Impositiva en el uso de fertilizantes y sería una ley de adhesión voluntaria.
A su vez, la iniciativa impone requisitos para el productor agropecuario que pida el beneficio, como presentar un plan de siembra de 3 años diseñado por un ingeniero agrónomo y con la firma del dueño de la tierra, “un actor muchas veces difuso al que es importante involucrar si proyectamos políticas de preservación del recurso. En definitiva, es la preservación de un bien que nos trasciende y de un recurso estratégico para nuestro país”, señaló Bassi.
También se exige un análisis de suelo georeferenciado. “Esto permite obtener una red de información pública sobre la situación de los suelos del país, que permitan generar políticas de sustentabilidad y producción acordes”, dijo el presidente de Fertilizar AC.
El proyecto fue presentado en la Cámara de Diputados en 2015 por el actual ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, pero luego, en ese momento, perdió estado parlamentario. En el año 2019 volvió a presentarse en la Cámara baja.
“Este proyecto de ley impactaría positivamente, y por sobre todo, en la gente que apuesta a la tecnología. El efecto que tiene es que impulsa a la rotación con gramíneas y mejora la inversión en nutrientes porque hay una herramienta fiscal de incentivo. Por el contrario, no tiene impacto sobre aquel productor que no incorpora tecnología y tiene una rotación donde prevalece la monocultura de soja”, advirtió Bassi.
El presidente de Fertilizar AC aseguró que de implementarse la norma “tendría efectos a nivel país” en conservación y mejora de los suelos, aumento de producción con excedentes de saldos de exportación, así como también permitirá generar un mapa de suelos y profesionalizar aun más la gestión en la toma de decisiones sobre el manejo de este recurso fundamental.
“Desde Fertilizar AC entendemos la calidad del suelo puede verse afectada negativa o positivamente por la producción agropecuaria. Esta es una oportunidad para cambiar el sentido y comenzar a girar en un círculo virtuoso de producción y preservación”, concluyó Bassi.
El Panel tuvo como otros disertantes al presidente de CIAFA, Eduardo Tajada; al economista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Santiago Rossi; y al economista de la Fundación INAI, Nicolás Jorge, moderados por el director del Instituto de Investigación Suelos del INTA, Miguel Taboada.