Años atrás un grupo de referentes iberoamericanos escribimos un libro, coordinado y editado por Alvaro Vargas Llosa, que se llamaba “El estallido del populismo”.
En ese libro tratábamos de recopilar algunas de las características típicas de este modelo político imperante en el mundo tanto de izquierda o de derecha que es el populismo.
Características habituales en estos esquemas son la generación de antinomias, la idea de amigos-enemigos, de buenos y malos; “las grietas”, para decirlo en término argentino. Pero hay una característica en común en todos estos procesos políticos y en todo el esquema mental que tienen los populistas, que es la idea de sacrificar el futuro en aras del presente, comprometer en algunos casos de manera completamente abusiva el futuro por el presente.
Esto es lo que está pasando en Argentina con esta suerte de “populismo sanitario” que estamos viviendo, generándose aquí también algunos lemas como cuarentena o muerte, todos los que de alguna manera cuestionábamos esta cuarentena, la más larga y cerrada del mundo, se decía que estábamos a favor de la muerte incluso; por supuesto un verdadero disparate. Todos los que decíamos que había que prestar atención a las economías, a las instituciones parecía que combatíamos la idea de preservar la salud.
Y bueno, ya se ven los resultados económicos que son verdaderamente dramáticos para la Argentina. La economía cayó como ya es de público conocimiento un 26,4% en el mes de abril, algunos estiman que se van a perder en este proceso un millón de puestos de trabajo y como también sabemos, miles de empresas en particular pymes, comercios, cuentapropistas tienen que cerrar sus puertas.
Fuente: ON24