El Gobierno está ante un problema porque avanzar en la línea inicial tiene costos políticos y económicos y modificar la hoja de ruta, también. Por eso, la Casa Rosada puso pausa. El proyecto no desembarcará aun en el Congreso y se dice que se están analizando otras alternativas, pero la idea general de que el Estado entre a la empresa (y que se vaya el actual directorio) sigue firme y no ha sido descartada. El conflicto está en suspenso y no está resuelto. Lo que haga el Gobierno será influyente en su devenir de corto e, incluso, mediano plazo.
Tras una presentación en sociedad mal pensada, el fallo del juez Fabián Lorenzini, el “banderazo” del sábado, la deserción de algunos aliados legislativos potenciales y las bajas posibilidades de éxito del “plan Perotti” (ayer rechazado por los dueños de la empresa, que dijeron que era incluso peor que el del Gobierno y piden una salida privada), la hoja de ruta se tornó laberíntica y la siempre soñada salida por arriba no aparece por el momento.
¿Cómo cree que va a terminar toda esta situación? Eso preguntó Infobae ayer a Máximo Padoan, uno de los directores de Vicentin. “Va a terminar dentro del concurso, tiene que primar la ley. El juez tiene que seguir trabajando y nosotros administrando: la división de poderes y el estado de Derecho tienen que funcionar en Argentina. La propiedad privada está en la Constitución y no hay ningún motivo para expropiar nada”, señaló.
“Quiero trasmitir la opinión del Presidente: no va a avanzar en ninguna medida que divida a los argentinos”, sostuvo Gabriel Delgado, el interventor designado por la Casa Rosada ayer, tras reunirse con el Presidente el domingo. “Estamos esperando una respuesta del juez Fabián Lorenzini”, aseguró el hoy veedor oficial de Vicentin. “Nosotros somos respetuosos de la voluntad del juez, y vamos a seguir buscando alternativas para tratar de salvar las fuentes de trabajo, para tratar de salvar las exportaciones y para tratar de salvar el interés de los acreedores”, dijo Delgado.
Así, todo vuelve a fojas cero y, si se quiere, a su cauce natural: el concurso sigue en la Justicia, que será la que resuelva sobre el futuro de la empresa.
Fuente: El Economista