Uno de los equipos de bajo costo relativo para las granjas lecheras y que puede tener una tasa de retorno rápida, son las máquinas de cultivo de muestras de leche. Estos equipos sirven para ayudar a identificar diferentes tipos de mastitis, una de los principales problemas sanitarios de estos establecimientos. Según Cari Reynolds, asistente de investigación del Instituto de Investigación Agrícola William H. Miner, en EEUU, esta tecnología es fácil de usar, ofrece resultados rápidos y puede ayudar a reducir el dinero gastado en antibióticos.

Por otro lado, tratar solo los animales que van a responder al tratamiento reduce la resistencia generalizada a los antibióticos, tanto en las vacas como en la leche.

La mastitis es una inflamación de la ubre causada por las glándulas mamarias infectadas por bacterias, que provoca caídas en la producción, leche con una vida útil más corta y la aparición de copos o sangre en la leche. La leche de vacas tratadas con antibióticos debe ser descartada.

Aunque ha habido grandes mejoras en la calidad de la leche a lo largo de los años, la mastitis sigue siendo una de las enfermedades más frecuentes y costosas en los tambos. Y a pesar de los avances de los investigadores, muchos casos de mastitis (como los causados ​​por bacterias Gram negativas) no responden a los tratamiento con antibióticos.

Estos dispositivos permiten a los productores identificar in situ las especies de bacterias responsables de causar la infección por mastitis. Al conocer esta información desde el principio, los productores pueden tomar mejores decisiones de tratamiento y minimizar la posibilidad de usar antibióticos innecesarios.

Configurar una máquina de cultivo es relativamente simple y bastante económico, dice Reynolds. Por lo general, los modelos pequeños varían en un rango de precios de entre U$S 300- U$S 400 con muestras que cuestan aproximadamente U$S 3 cada una.

Según Reynolds, estudios del Journal of Dairy Science descubrieron que los tambos que realizaron tratamientos selectivos utilizando los resultados del cultivo de leche proveniente de vacas con mastitis tenían el potencial de reducir el uso de antibióticos en un 50%.

«Teniendo en cuenta que el costo para tratar un caso de mastitis puede ser de hasta U$S 400 y la leche descartada hasta un valor de U$S 100 por vaca infectada/año, contar con esta información valiosa al alcance evitará tratamientos con antibióticos innecesarios o ineficaces», dice Reynolds.

Una vez que la muestra ha sido recolectada y probada, los resultados se pueden determinar dentro de las 24 horas. Esto es mucho más rápido de lo que tomaría enviar una muestra de leche al laboratorio. Una vez que se ha identificado la bacteria que causa la mastitis, se puede seleccionar el tratamiento adecuado.

“Las vacas que necesitan tratamiento (aquellas con infecciones Gram-positivas) pueden ser tratadas una vez que se obtienen los resultados. Las vacas con casos que no responden a los antibióticos (aquellas con infecciones Gram-negativas) pueden ser monitoreadas para asegurarse que sean tratadas sistémicamente si el sistema inmune no puede combatir la infección y la mastitis se vuelve tóxica”, dicen Sterrett y Bewley. «Sin embargo, las vacas que combaten las infecciones Gram negativas con éxito no habrán sido tratadas con antibióticos, lo que significa que no hay costos de tratamiento ni descarte leche».

Fuente: Bioeconomia.info - Emiliano Huergo